La violencia se ha cobrado en Honduras más de cincuenta mil vidas en los últimos diez años, con un promedio de al menos cuatrocientas setenta víctimas por mes, las cifras alarmantes son proporcionadas por el Conadeh, y revelan que hay problemas sociales que todavía no son solucionados, dicen los expertos.
El promedio más alto de muertes violentas abarca mayormente a jóvenes, por lo que hay sectores que avizoran para Honduras, un futuro con una población en su mayoría envejecida.
Otros critican el enfoque represivo de las acciones del gobierno en materia de seguridad pública, haciendo a un lado las prácticas de prevención de violencia.
Para los expertos en materia de seguridad, el Gobierno hondureño ha fallado en atacar a los factores de riesgo que generan los altos índices de violencia en Honduras.
Para quienes gobiernan Honduras, atacar los problemas sociales que enfrenta la población, como la desigualdad, pocas oportunidades de empleo y desarrollo, no son una prioridad como lo es el justificar la militarización de la sociedad, sostienen sociólogos.
Entre el año 2016 y 2018, el Comisionado de los Derechos Humanos hondureño atendió al menos dos mil denuncias de víctimas de violencia, de las cuales, el 40 % tuvo que abandonar el país para salvar su vida.
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