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» » Jurado popular condenó a perpetua al femicida del “crimen de la alcantarilla”

(08/10/15 - Femicidio)-.Gonzalo Lizarralde (foto) había degollado a su ex mujer, Paola Acosta, en 2014. A la mujer la encontraron tirada junto con su hija Martina, de un año y nueve meses, en un desagüe. La beba sobrevivió aferrada al cuerpo de su mamá."Yo no asesiné a Paola y no generé ninguna lesión a mi hija", dijo el acusado en sus últimas palabras.

Un tribunal popular cordobés condenó a prisión perpetua a Gonzalo Lizarralde por haber degollado a Paola Acosta en septiembre del año pasado en Córdoba capital. A la mujer la encontraron tirada junto con su hija Martina, de un año y nueve meses, en un desagüe. La beba sobrevivió aferrada al cuerpo de su madre. 

El fiscal Diego Albornoz y la querella habían pedido la pena máxima para Lizarralde. La defensa negó el crimen y dijo que no había pruebas. También habló el condenado.

Aunque se tuvo en cuenta la alevosía, la condena a perpetua no contempló el agravante de la violencia de género. La familia de Paola se mostró conforme pero apelará para que el asesinato sea considerado un femicidio. 

El debate oral comenzó el 23 de septiembre ante la Cámara 11ª del Crimen que preside Susana Frascaroli e integran Daniel Ferrer Vieyra y Graciela Bordoy de Pizzicari. El juicio se desarrolló bajo la modalidad de juicio por jurados.

En sus últimas palabras ante el Tribunal, Lizarralde evadió su responsabilidad. "Yo no asesiné a Paola y no generé ninguna lesión a mi hija", dijo y el Tribunal pasó a un cuarto intermedio en la antesala de la sentencia.

"La degolló, señores. Fue una muerte no natural, una muerte violenta. ¿Se dan cuenta del daño que hizo este hombre? Pido prisión perpetua. ¿Alcanza? ¿Alcanza?", dijo el fiscal Albornoz cuando terminó su alegato. Ayer por la mañana expuso durante más de tres horas y repasó detalles sobre el crimen. También dijo que "él no se hacía cargo de la paternidad”. Luego, habló la fiscal que instruyó el caso, Eve Flores.

La representante del Ministerio Público Fiscal enfatizó la necesidad de que el crimen sea considerado femicidio. “El Estado asumió el compromiso de reconocer el derecho de las mujeres a una vida sin violencia, y a la remoción de los patrones socioculturales que sostienen esa desigualdad de género”, dijo en su alegato. “El menoscabo a la autoestima es violencia psicológica”, dijo Flores.

Walter Ferrero, abogado del imputado, intentó desvincularlo del crimen. También dijo que la relación que mantenía con Paola no era una relación de pareja y que las demoras en el cumplimiento de sus obligaciones parentales no constituyeron violencia de género. Durante el juicio, Lizarralde presentó una denuncia en la cual asegura que fue secuestrado la noche del crimen.

Un peluche
“Agua” fue lo primero que pidió la beba cuando la encontraron el 21 de septiembre, aferrada al cuerpo de su mamá. Sobrevivió 80 horas hasta que una vecina las vio de casualidad. 

Lizarralde estaba acusado de "homicidio calificado por la relación de ex pareja de la víctima mediando violencia de género y alevosía” y  por "tentativa de homicidio calificado por el vínculo contra una niña mediando violencia de género y alevosía" por el ataque de su hija.
Las pruebas y los testimonios apuntan a Lizarralde. 

Distintos testigos aseguraron haber visto a Lizarralde caminando de un lado al otro de la vereda del edificio de las víctimas. Otro vecino vio la camioneta blanca de Lizarralde frente a la alcantarilla.

Acosta tenía 36 años y tres hijos. Había desaparecido la noche del 17 de setiembre de 2014, luego que junto a su hija bajó de su departamento en barrio San Martín para recibir en la puerta del edificio la cuota alimentaria que, por fallo judicial, debía entregarle Lizarralde. Se había comunicado por mensaje de texto con él que le había prometido un peluche para la beba.

El cuerpo de Acosta fue hallado el 21 de septiembre en una alcantarilla en el barrio Alto Alberdi, en el oeste de la ciudad. Después de haber pasado once días internada en el Hospital de Niños local, Martina se recuperó. Hoy vive con su tía y sus abuelos.

Según el Observatorio Marisel Zambrano, que depende de la Casa del Encuentro, el año pasado en Córdoba fueron asesinadas 21 mujeres por el hecho de ser mujeres. 

La provincia mediterránea comparte el segundo lugar con Salta de la estadística liderada por Buenos Aires. De acuerdo a este mismo informe, en el país los femicidios fueron 277, y 68 de esas víctimas murieron apuñaladas como Paola.

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