En la primera sesión del debate de su investidura que se está desarrollando en el Parlamento catalán, Torra ha indicado que la mejor forma de trabajar para este propósito y “para proteger a los presos y a los exiliados” es formar un Govern, y si la Cámara le da su confianza, él lo liderará.
Torra se marca como objetivos de su mandato: trabajar para que el presidente cesado y huido Carles Puigdemont, al que considera “presidente legítimo”, sea finalmente investido, “restaurar las instituciones” y “trabajar para la República”.
El candidato también ha recalcado que finalmente ha aceptado la candidatura que le trasladó Puigdemont porque “la mejor forma de rehacer nuestro país del ataque del 155 es hacer Govern”.
La mejor forma de rehacer nuestro país del ataque del 155 es hacer Govern”, ha indicado el candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra.
Una vez investido —continúa el candidato—, el Gobierno central ya no tendrá ningún “motivo” para que esté vigente el artículo 155 de la Constitución y tampoco habrá “excusas” desde el lado independentista para “no trabajar sin descanso para la república”.
Pese a dichos objetivos, también ha subrayado que su proyecto siempre tendrá como prioridad “el diálogo, el pacto y el entendimiento” para solventar la crisis catalana, y con estas palabras se dirigía al rey Felipe VI, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
Mientras Torra intervenía en el Parlamento en la primera jornada del pleno que debate su investidura, Rajoy en un acto, ha repetido que, si bien espera juzgar a Torra por sus hechos si es elegido presidente de la Generalitat, lo que ha visto y escuchado de él no le gusta.
Torra es el cuarto candidato propuesto en esta legislatura tras Carles Puigdemont, Jordi Sànchez y Jordi Turull: los dos primeros no llegaron al debate de investidura a diferencia de Turull, este sí pudo someterse a una primera votación, pero fue encarcelado antes de la segunda.
Si Torra no logra ser investido ni este sábado ni el lunes, la mayoría independentista solo dispondrá de una semana para volver a intentarlo, ya que el 22 de mayo es la fecha límite antes de la convocatoria automática de elecciones, que deberían celebrarse entre 40 y 60 días después.
