Sin previo anuncio y en un viaje considerado aquí sospechoso, Almagro participó como orador en un encuentro de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (Apede), entidad que habitualmente invita a representantes de la ultraderecha continental como el ex presidente colombiano Álvaro Uribe y el estadounidense de origen cubano Otto Reich.
Bajo lluvia, representantes de sindicatos y organizaciones populares desplegaron una tela donde aparecía la imagen del visitante con el texto: 'Al MUGRE magro, OEA, títere del Imperio', mientras pedían a gritos que se marchara y acusaron a la Apede de 'invitar a corruptos'.
El contenido del discurso ante los empresarios no fue difundido, mientras solo la Cancillería emitió un comunicado de que lo recibió Luis Miguel Hincapié, viceministro de Relaciones Exteriores, y que Almagro asistió a la cena anual de Apede, donde disertó sobre 'la libertad como fundamento para la democracia'.
En la nota oficial, se informó que, en el diálogo con Hincapié, Panamá renovó el compromiso con 'la región hemisférica, en especial, en relación con la democracia, los derechos humanos y el desarrollo', al tiempo que reconocieron el papel de cada actor internacional en el mantenimiento de la paz.
El actual gobierno panameño integra el llamado Grupo de Lima, cuyo objetivo es derrocar por cualquier vía al legítimo gobierno bolivariano de Venezuela, pero dentro de la OEA no consiguieron el consenso necesario para aplicar sanciones del organismo regional.
Los manifestantes contra Almagro lo calificaron de jefe del 'Cártel de Lima', y denunciaron la complicidad del gobierno y los empresarios panameños en los intentos golpistas contra países de la región.
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