Los integrantes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) fueron sentenciados por su responsabilidad en los secuestros calificados de 12 personas dentro de la llamada Operación Cóndor adelantada en América Latina en los años 1970.
Conocido por llevar expedientes acerca de violaciones de derechos humanos y delitos de lesa humanidad en Chile, el magistrado Carroza dictó penas de 17 años de cárcel a los agentes Christoph Willike Floel y Raúl Iturriaga Neumann.
Además, a los represores Pedro Espinoza Bravo, Juan Morales Salgado, Jorge Escobar Fuentes, Federico Chaigneau y Miguel Riveros Valderrama, todos a condenas de 15 años y un día de prisión.
Sentenció asimismo a 10 años y un día a Carlos López Tapia y Gladys Calderón Carreño, en tanto que Eduardo Oyarce Riquelme, Héctor Valdebenito Araya y José Ojeda Obando recibieron castigos de siete años de prisión.
Otros implicados, Gerardo Godoy García, Miguel Krassnoff Martchenko, Ciro Torré Sáez y Orlando Manzo Durán sumarán penas de cinco años y un día.
Casi todos los implicados cumplen sentencias por numerosos delitos cometidos durante la dictadura de Pinochet, que dejó un saldo de más de tres mil crímenes, mil 193 detenidos desaparecidos y unos 33 mil personas torturadas.
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