A medida que pasa el tiempo se revelan vínculos entre altos cargos israelíes y terroristas sirios, pese a que Israel ha negado repetidamente su participación en la crisis de Siria.
Hablando en una conferencia, Gershon Hacohen, ex jefe del comando norte del ejército israelí, explicó que él y Yaalon se sentaron con tres sirios miembros de grupos armados cuando Yaalon era ministro y él mismo estaba “al mando de un cuerpo en los altos del Golán”.
Al preguntar Yaalon a uno de los sirios si eran de corriente salafista, uno de ellos lo negó implícitamente diciendo que “un salafista no cooperaría con sionistas”, pero que ellos ahora estaban “sentados con un ministro de los sionistas”.
El general israelí declinó dar más detalles sobre cuándo tuvo lugar la reunión.
El pasado 5 de septiembre, Israel reconoció por primera vez que lleva a cabo una agresión sistemática contra Siria y brinda apoyo a gran escala a los terroristas que operan en el país árabe.
Según publicó recientemente la revista estadounidense Foreign Policy, el régimen de Tel Aviv ha financiado y armado al menos a 12 grupos “rebeldes” que luchan en el sur de Siria contra el Gobierno de Damasco.
Este artículo periodístico se suma a otros tantos que ponen de manifiesto que los objetivos del respaldo israelí a grupos armados es mantener a toda costa a Irán y al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) —aliados del Gobierno sirio— lejos de los altos del Golán con el fin de prolongar la guerra en el país árabe y así debilitar al Gobierno de Damasco, tal y como publicó en febrero Haaretz.
Damasco, a su vez, ha denunciado en reiteradas ocasiones la ayuda de Israel a los grupos terroristas.“Los terroristas que combaten en el territorio sirio sirven a Israel”, ha afirmado el presidente de Siria, Bashar al-Asad.
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