Adel Ismail, un teniente coronel de la fuerza policial federal iraquí, ha indicado este viernes a los medios que el macabro descubrimiento se produjo el jueves en el distrito de Hawiya, en la provincia de Kirkuk.
La tumba, ha señalado el funcionario, contenía los restos de “civiles iraquíes inocentes” que “fueron secuestrados y luego asesinados” por Daesh cuando tenía el área bajo su control.
Un habitante de la zona, de nombre Wani Firas, ha explicado que la fosa estaba en lo que parece ser un pozo profundo en el área de Al-Abbasi, en Hawiya. “Es una fosa común que usaba Daesh”, ha afirmado Firas. “Solían venir aquí, ejecutar y arrojar (a las víctimas) dentro, y nosotros lo veíamos, incluso desde cerca”, ha agregado.
(Los terroristas) solían venir aquí, ejecutar y arrojar (a las víctimas) dentro, y nosotros lo veíamos, incluso desde cerca”, ha dicho Wani Firas, habitante del distrito de Hawiya, en la provincia irakí de Kirkuk (norte), donde se ha encontrado una fosa común de víctimas del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
La agrupación terrorista llegó a dominar amplias áreas del norte y oeste de Irak tras su surgimiento en el país a mediados de 2014, controlando así un territorio de siete millones de habitantes y tan grande como Italia, a caballo entre Irak y Siria.
Las fuerzas de seguridad iraquíes han descubierto docenas de fosas comunes desde que expulsaron en 2017 a los terroristas, que en diciembre del año pasado perdieron casi la totalidad de las zonas que controlaban.
El mes pasado, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) informó del hallazgo hasta ese momento en territorios previamente controlados por Daesh en Irak de más de 200 fosas comunes con restos de miles de personas.
El organismo alertó además de que “podría haber muchas más” fosas, y de que es difícil determinar el número total de personas así enterradas.
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