El Brexit se ha convertido en un callejón sin salida. Por una parte, desde Bruselas, reiteran que el Reino Unido se irá de la Unión Europea (UE) a finales de marzo de 2019, por otra, Londres advierte de la posibilidad de una suspensión del Brexit si el Parlamento rechaza el acuerdo.
Cuatro días antes de la crucial votación en el Parlamento británico sobre el acuerdo del Brexit, Londres y Bruselas trabajan contrarreloj para intentar encontrar garantías que ayuden a la premier, Theresa May, a recibir la luz verde de los diputados sobre el texto alcanzado el mes pasado en Bruselas, así lo explicó el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, quien al mismo tiempo insistió en que el Reino Unido se irá del bloque europeo a finales de marzo de 2019.
Desde este miércoles, los diputados británicos iniciaron cinco días de debate sobre el acuerdo de Brexit, previo a la importante votación del próximo martes. Por el momento, todo indica que los parlamentarios no respaldarán el acuerdo, incluso entre las filas del partido de May se escuchan voces para celebrar un segundo referéndum.
En medio de estas discrepancias, el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, advirtió sobre una parálisis del Brexit si el Parlamento lo rechaza.
Hunt, también, admitió que una parálisis del Brexit puede, al final, llevar a que no haya una salida del bloque, algo que, según él, nadie prefiere.
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