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» » Estudiantes construyen casa sustentable

(16/10/15 - México)-.Profesores y estudiantes de la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji (UTTT) unieron esfuerzos para edificar en 45 días una vivienda sustentable a partir de una de las técnicas más antiguas: el bahareque.

Esta casa ecológica emplea un método de construcción tradicional mejorado con el uso de nuevas tecnologías, pues además de utilizar materiales orgánicos de Tula de Allende, Hidalgo, en un futuro tendrá un sistema automatizado para gestionar, por ejemplo, la energía o la temperatura desde el celular.

La maestra Teresa Yadira Frías Martínez indicó en una entrevista que la idea surgió dentro de las actividades del Diplomado de Eco Construcción y Energías Renovables, donde 12 alumnos vieron posible la construcción de una vivienda amigable con el medio ambiente y, al mismo tiempo, ofrecer un beneficio a la sociedad.

“Nosotros decidimos retomar la técnica del bahareque, que ha sido utilizada desde años en distintas regiones del mundo, en especial en los pueblos indígenas de América, y ocupamos solo materiales de la región como madera, carrizos, rastrojo de maíz y barro”, dijo la profesora.

Esto es solo un ejemplo de por qué la vivienda propuesta podría influir en el medio ambiente y garantizar una mejor calidad de vida, “pues la industria de la construcción es la que más contamina para obtener los materiales de las edificaciones”, aseguró.

El arquitecto de la empresa Eco Constructores Oaxaca, Marcos Sánchez, coincidió en que el uso de ecotecnias tomó gran relevancia en la última década, pues el objetivo es aprovechar de manera eficiente los recursos naturales, reducir el impacto ambiental y dar soluciones a las comunidades.

Entre los que resaltan dentro del concepto de la sustentabilidad está el proyecto de esta casa de estudios, que en un espacio de 90 metros cuadrados construyeron una recámara, cocina, baño, sala y comedor.

Esta vivienda tiene un cimiento de piedra y cemento con una estructura de polines fijos de madera, que sirve de base para tejer una jaulilla (pared) con carrizos en forma vertical y rellenada con rastrojo de maíz, explicó Frías Martínez.

Después de ser montados, detalló, los muros fueron cubiertos con una mezcla hecha de barro, arena y pasto. Los pisos, por ejemplo, se forraron con losetas de PET reciclado que fueron proporcionados por los estudiantes de la misma universidad.

El arquitecto Marcos Sánchez, quien brindó asesoría para la construcción, aseguró que la decisión de usar esos materiales es por la calidad y la fortaleza que ofrecen ante los sismos.

“Chile ha sufrido temblores de grandes magnitudes a lo largo de su historia, el más reciente ocurrió en septiembre pasado con una magnitud de 8.3, y estas estructuras de más 150 años solo reportaron desprendimientos de aplanados y fisuras leves, pero continúan de pie”, comentó.

La especialista de la UTTT subrayó que la casa también tienen la ventaja de adaptarse a diferentes condiciones climáticas, pues en invierno es cálida y durante el verano es fresca, además requiere de poco tiempo para su construcción. “Nosotros tardamos un mes y medio en concluirla”, dijo.

Frías Martínez estimó que este método de edificación representa un ahorro de entre 30 y 50 por ciento frente a una casa de interés social, sin dejar de lado el tiempo de vida útil, ya que hay construcciones de más de 300 años.

Al respecto, el arquitecto recordó que México carece de antecedentes sobre esta técnica de construcción porque no está desarrollada, pero el más cercano a esas características es el adobe que se encuentra en la arquitectura de varios Centros Históricos con más de 400 años.

Indicó que en México no hay una normativa para considerar las edificaciones con tierra -bahareque, adobe, piedra, tapia o pacas de paja-, pero tampoco están prohibidas lo que permitiría impulsar proyectos como el de la UTTT.

Otra de las innovaciones de la casa es que se completó con celdas fotovoltaicas, un calentador solar y un sistema de captación de agua pluvial para una cisterna de cinco mil litros. También cuenta con huertos para tener verduras y plantas medicinales.

Los promotores ya planean una segunda etapa y, con apoyo de los alumnos de la Ingeniería en Mecatrónica, incluirán un sistema automatizado para controlar desde un dispositivo móvil las luces, la temperatura, las puertas o el calentador solar.

La casa se encuentra por ahora en las instalaciones de la universidad para dar a conocer las técnicas de ecoconstrucción y energías renovables. Frías Martínez agregó que el proyecto se puede implementar a gran escala y ayudar a comunidades rurales de la región.

En la edificación participaron al menos 25 personas entre directivos, alumnas y alumnos del diplomado y de las diferentes carreras de esta casa de estudios, además de voluntarios como extranjeros y estudiantes de bachilleres.

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