“Estados Unidos se ha atrevido a desafiar a nuestra máxima autoridad cometiendo el acto más hostil, lo que va más allá de la confrontación por el supuesto tema de los derechos humanos. Esto constituye una abierta declaración de guerra”, ha declarado este jueves el Ministerio norcoreano de Asuntos Exteriores.
Por medio de un comunicado emitido en reacción a la iniciativa del Gobierno de Washington, ayer miércoles, de incluir a Kim Jong-un en la lista negra del Departamento del Tesoro, la Cartera norcoreana ha exigido la eliminación inmediata de tales sanciones.
De acuerdo con la nota, la decisión estadounidense ha cruzado “la línea roja”, dañando la dignidad del líder supremo de Corea del Norte.
De lo contrario, advierte el Gobierno norcoreano, Pionyang adoptará “medidas extremadamente fuertes” al respecto y cerrará todas las vías diplomáticas entre los dos países.
“Ahora que Estados Unidos ha hecho una declaración de guerra contra nosotros, todos los temas que surjan en las relaciones con Estados Unidas serán inmediatamente tratados de acuerdo con las leyes de tiempo de guerra de la RPDC (República Popular y Democrática de Corea)”, explica el comunicado.
El miércoles, el Gobierno de Washington incluyó a Kim en la lista negra del Departamento del Tesoro acusándolo de “graves violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte”.
Además, otros diez altos cargos del régimen, entre los cuales figuran el ministro de Seguridad Choe Pu-Il, su consejero Ri Song-Chol y el director del Ministerio de Seguridad del Estado, Kang Song-Nam, así como otras cinco entidades, también han sido incluidos en la lista negra estadounidense.
Es de mencionar que es la primera vez que la persona del líder norcoreano es objeto de sanciones estadounidenses.
