Wolfgang Sobotka, ministro del Interior, indicó este lunes que la edificación, un antiguo hostal del siglo XVII ubicado en el número 15 de la calle Saizburger Vorstadt, será derribado en los próximos días para levantar en el lugar un nuevo edificio y borrar para siempre el nefasto legado que pesa sobre la localidad.
De esta forma, según el funcionario, tras aprobarse la recomendación de una comisión de 13 expertos, se destruirá una instalación convertida por su ‘fuerza simbólica’ en sitio de veneración para los movimientos neonazis y otros grupos ultraderechistas seguidores del líder fascista.
Hitler vivió allí pocas semanas hasta que su familia se trasladó a otro lugar en Braunau, donde permaneció tres años.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) los nazis ocuparon el edificio para convertirlo en un centro cultural y, al terminar el conflicto bélico, fue recuperado por sus propietarios originales que instalaron inicialmente una biblioteca, aunque luego tuvo otros fines como escuela, banco, y hogar para niños discapacitados.
Las autoridades municipales alquilaron más adelante el inmueble por cinco mil 200 dólares mensuales y en julio de este año decidió expropiarlo. Permaneció cerrado hasta que la comisión encargada de decidir su futuro, integrada entre otros por Oslar Deutsch, presidente de la comunidad judía de Austria, recomendó finalmente destruirlo.
PL
