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» » "Cuando cuento la historia de Kiki vuelvo a vivir"

(05/06/17 - Violencia Institucional)-.Lo dijo Angélica Urquiza, mamá de Kiki Lezcano, asesinado junto a Ezequiel Blanco el 8 de julio de 2009 por el policía federal Santiago Veyga. Sus cuerpos estuvieron desaparecidos durante tres meses, y tiempo después de que se conociera que habían sido asesinados, se filtró un video que muestra a Kiki agonizante, filmado por su asesino, que en lugar de auxiliarlo, goza la situación. 

El policía fue sobreseído en primera instancia, pero las apelaciones lo llevaron al banquillo de los acusados. El martes 6 de junio será la primera audiencia del juicio en Lavalle 1171 a las 9. Las jornadas posteriores pautadas son el 13 y el 26 de junio. Por La Retaguardia.

Se acerca el comienzo del juicio, 8 años y muchas vueltas después de los hechos. Angélica está ansiosa y se le nota una fortaleza que ha sabido construir. "Nosotros venimos trabajando con los barrios de Zavaleta, de la 1-11-14 y con mucha gente para que pueda estar presente ese día. Para mí es muy importante. No tenemos nada pendiente, dimos todo lo que pudimos, y si hubiéramos podido más lo hubiéramos dado seguramente a través de la lucha y los años. El juicio llegó a esta instancia no sólo por mérito mío sino por haber tenido un buen abogado", destacó. 

"Primero, hasta hace dos años fue Juan Manuel Combi, él siempre estuvo dispuesto a escuchar a la familia y acompañar. Este juicio llega también por él. No quería dejar de pensar en eso", recordó Angélica.

Además, agradeció más en general: "Por todos aquellos que levantaron el cartelito de Kiki y los medios alternativos también llegamos a este juicio. Muchos no te dan lugar porque es un pibe de Villa 20 y está instalado que algo habrá hecho, era un negrito".

En relación a los medios, Angélica fue categórica: "Cuando se trata de un pibito del barrio que fue a robar, ahí sí están todos, dan la noticia de la inseguridad, le meten pimienta para que explote. Pero cuando hay un poder policial o de cualquier otra fuerza, no le dan tanta importancia. Tenemos muchos casos de la Metropolitana que salieron un día o dos, y después se borran. Lo que una esperaba es que ellos estuvieran acompañando, pero no fue así".

Estrategias de la defensa
En este sentido, Angélica aseguró que está prevenida: "La semana pasada hablamos de esto. Después se llevó el debate a casa con los chicos. Me decían que teníamos que prepararnos porque se van a decir cosas que no nos va a gustar esuchar. Ellos van a tener su estrategia de decir y tratar de embarrar a Kiki y a la familia. Lo primero que investigan desde el principio es a nosotros: ’¿Usted qué le hizo? ¿Le pegaban? ¿Tiene problemas? ¿Se droga?’. Cuando aparecieron los cuerpos de los chicos decían ’aparecieron los adictos al paco’. No murieron por el paco, murieron de dos tiros en la cabeza cada uno, por Santiago Veyga", insistió. 

"En estos siete años acompañé muchos casos, y todos tienen la particularidad de plantear la defensa que por algo los mataron. Por defensa propia. Hoy mi dolor es más latente que hace siete años, porque hoy estoy convencida de que nunca más voy a ver a mi hijo. Estoy preparada para soñar y yo imaginarme a Kiki en cada momento, cómo hubiera crecido, las canas que tendría, los nietos que hubiera tenido. Es el dolor más grande, no va a ser más doloroso escuchar a Santiago Veyga y las barbaridades que pueda decir", aseguró. 

Además, Angélica blanqueó su expectativa: "Estoy preparada porque sé que se va a quebrar. Tengo esa confianza, esa esperanza. Y va a decir que no estuvo solo, porque sé que no estuvo solo. Con eso voy, con eso espero".

Recorrido
"Estoy totalmente convencida de que todo lo que he hecho es lo que pude. Si hubiera podido más hubiera hecho más. No tengo nada pendiente porque desde el momento que encontré a mi hijo, le dije que iba a luchar por una justicia, aunque no supiera si la iba a tener", expresó y se dirigió a su hijo: "No voy a cesar hasta el último día de mi vida de gritar fuerte tu nombre. Tenías todo para vivir y no te dejaron crecer, ser, te cortaron".

Además, Angélica ubicó a esta instancia en su contexto: "Con el juicio no se termina todo porque hay muchos Kiki que vienen creciendo, Ezequiel, en este barrio y en otros. Va a haber un después del juicio. No sé cuál va a ser porque ni yo lo sé, pero voy a seguir, espero tener la fuerza y salud y estar de pie para lo que me toque. Y esto se lo dedico a Moni (mamá de Luciano Arruga) que siempre dice que lo quiere escuchar: lo que no te mata te fortalece", sentenció. 

"A través de los años, empecé a decir, ’qué dolor tan grande no verte, qué feo saber que no te voy a ver más, me duele hasta al caminar’, pero pensaba ’qué amor que te tengo’, recordando todas las cosas que hicimos juntos y las que hubiéramos hecho. Entonces, me pregunto, ¿cómo hago? Me paro en el dolor", expresó. Para Angélica, "el dolor y el amor no pueden separarse. Porque es tan grande el dolor de saber que no lo voy a ver ninguna más, y es tan fuerte pensar que lo disfruté 17 años conmigo, soñé muchas cosas y eso estará hasta el último segundo de vida que tenga. El día que no pueda hablar va a ser el día que muera yo y muera Kiki. Cuando cuento la historia de Kiki vuelvo a vivir. Vuelvo a tener qué decir. Lo que me hace mal es el olvido. Nunca voy a dejar de contarte que me va a hacer mal. Lloro porque me duele el alma, pero el contar, decir, me genera mucha más vida, que se sepa lo que pasó con Kiki".

El humano
"Que la sociedad sepa que era un negrito de Villa 20 que soñaba con jugar en primera para Boca. No iba a ir conmigo porque yo era muy hincha. Se iba a ir con el papá. ’Yo me agarro de tu pata, me voy con vos’. El decía que yo era muy hincha porque lo mandaba a bañar y él me cantaba canciones: ’Que no me baño nada, que aguante la mugre’. Tenía esas cosas. Era vago. No era callado. Era vago, le gustaba bailar, le gustaba joder", recordó Angélica.

Ya en el cierre, Urquiza no pierde la chance de invitar una vez más a ser muchos durante el juicio: "Espero con ansias que me acompañen el 6. Es mi deseo; el dolor, acompañado, se siente menos. Dios sabrá lo que va a pasar, pero no me queda nada pendiente porque hice todo lo que pude y voy a seguir haciendo todo lo que pueda. En memoria, verdad y justicia por mi hijo y porque él viva en todos nosotros que somos luchadores", concluyó.

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