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» » Se cumplieron treinta años de la muerte del impune Aníbal Gordon

(14/09/17 - Memria, Verdad y Justicia)-.El parapolicial Aníbal Gordon, figura emblemática del submundo delictivo vinculado con la represión ilegal y el terrorismo de Estado padecidos por la Argentina de los años '70, moría hace 30 años (un 13 de septiembre de 1987) en la cárcel, donde purgaba una condena a 16 años de prisión. Los delitos cometidos por los integrantes de su banda son aún objeto de investigación en diversos procesos de lesa humanidad.

Sus primeros antecedentes en el hampa son de principios de los años 50. A partir de 1968, durante el facto de la llamada Revolución Argentina, comenzó a relacionarse con la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), en calidad de informante y ejecutor de algunas acciones encubiertas.

Sus colaboraciones en el aparato de inteligencia del Estado nunca le impidieron proseguir con los ilícitos. En 1971 terminó preso tras robar la sucursal Bariloche del Banco Río de Negro y también una joyería en el centro porteño. Por esos delitos resultó condenado y enviado a la cárcel de Devoto, de donde escapó en mayo de 1973, en medio de la confusión que reinaba en el penal como consecuencia de la aplicación de la Ley de Amnistía para los presos políticos sancionada en las primeras horas de la presidencia de Héctor Cámpora. 

El mafioso corso e integrante de la organización ultraderechista francesa de la OAS Francois Chiappe y el asaltante Jorge Eduardo Villarino, conocido como el Rey de las Fugas, acompañaron a Gordón en aquella tumultuosa evasión.

En libertad, se integró a las filas de la organización parapolicial Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), creada por José López Rega, ministro de Bienestar Social durante el tercer gobierno de Juan Domingo Perón, y que tenía el objetivo de aterrorizar y atacar de manera selectiva a las organizaciones y militantes "comunistas" o "de izquierda" que formaban parte de la vida política argentina de los años '70.

En aquellos tiempos se armó la "banda de Gordon" y allí AG se ganó los apodos de "El Viejo", "El Coronel" "Profesor o "El Exquisito, en función de las habilidades que sus secuaces le reconocían en las sesiones de tortura que dirigía.

Luego del golpe del 24 de marzo de 1976, la Triple A quedó disuelta y los integrantes de la banda se sumaron de forma inorgánica a las estructuras represivas de la SIDE en el marco de un plan sistemático de eliminaciòn de disidentes y opositores diseñado por la última dictadura.

Carlos Membrives, Honorio Martínez Ruiz Carlos Rizzaro, Jorge Rizzaro, Oscar Herrador, Ernesto Lorenzo, Rubén González Figueredo y César Alejandro "Pino" Enciso -yerno del general Otto Paladino, director de la SIDE- fueron algunos de los miembros de la banda de Aníbal Gordon que se sumaron al grupo operativo OTE 1.8 que revistaba en el citado organismo en los años del terrorismo de Estado. 

Como agentes orgánicos e inorgánicos del aparato de Inteligencia, actuaron primero en el centro clandestino de detención "Automotores Orletti", donde se perpetraron delitos de lesa humanidad que tuvieron como víctimas a militantes políticos de países vecinos, en el marco del Plan Cóndor, un proyecto represivo que aplicaron de forma coordinada las dictaduras del Cono Sur. "Orletti" muy pronto debió cerrarse debido a la fuga de dos detenidos que luego pudieron identificar el CCD, en el barrio de Floresta.

"La banda de Gordon se forma con personas que venían de la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU), delincuentes comunes y personal de los servicios de Inteligencia y las fuerzas de seguridad. Los hechos que cometieron son parte de varias investigaciones que aún están en curso", señaló a Télam el fiscal federal Pablo Ouviña.

El funcionario judicial encabezó la acusación en el juicio por los crímenes cometidos en Automotores Orletti, que concluyó ayer con la condena de cuatro represores, entre ellos Enciso, quien recibió 16 años de cárcel. 

Gordon entró en desgracia tras el secuestro del dirigente nacionalista Guillermo Patricio Kelly, en agosto de 1983, un hecho consumado a plena luz del día por integrantes de la banda que operó en Orletti. Kelly estuvo retenido durante horas y recibió varios golpes, pero la repercusión que tuvo ese hecho en vísperas de las elecciones presidenciales determinó que las autoridades militares
intercedieran para la liberación. 

Aníbal Gordon comenzó a ser buscado por la Justicia y tras la asunción del gobierno democrático de Raúl Alfonsín se convirtió en el prófugo más importante del país, si bien uno de los integrantes de la banda, Raúl Guglielminetti (hoy condenado por delitos de lesa humanidad), llegó a ser en aquel tiempo uno de los responsables de la custodia presidencial.

En el verano de 1984, Gordon fue detenido por efectivos de la Policía Federal en la localidad cordobesa de la Serranita, donde veraneaba junto a su familia. "Muchachos, me viene a chupar o es por derecha", preguntó "El Coronel" a los policías que lo apresaron en medio de una celebración. 

Dos años después, Gordón recibió una sentencia de 16 años por el secuestro de Kelly y fue a la cárcel junto con su hijo Alejandro, condenado a 8 años por el mismo hecho. Un año después, un cáncer de pulmón le ocasionó la muerte cuando le quedaba varios de pena y muchos secretos por revelar de esa trama que ligó a al poder militar y policial con la delincuencia común, en los años del terror.

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