(14/11/17 - Relaciones Bilaterales)-.Ante la alarma que han generado las “montañas” de basura que ha arrastrado el río Motagua, desde Guatemala, hacia las playas de Omoa, el Presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, se reunirá hoy martes con su homólogo de Guatemala, Jimmy Morales, para buscar una solución al problema ambiental.
Ambos mandatarios dialogarán hoy, en Tegucigalpa, informó el ministro de la Secretaría de Medio Ambiente, ingeniero José Galdámez.
“En la reunión entre ambos mandatarios se busca solventar la situación de forma bilateral, ya que los protocolos y el accionar de los compromisos de integración centroamericana, y a nivel mundial, sobre el ambiente y el cambio climático, nos ha permitido tener reuniones entre ambos países, donde siempre hemos concluido los encuentros como verdaderos hermanos centroamericanos”, apuntó.
En este encuentro al más alto nivel, también participarán los cancilleres y los ministros de Ambiente y Recursos Naturales de ambos países, entre otros funcionarios.
La basura que viene de Guatemala llega a la cuenca del río Motagua, para luego desembocar en el mar Caribe hondureño. Posteriormente es arrastrada a la playa de Omoa, Puerto Cortés, y al puerto de Tela, e incluso, ahora se está extendiendo hasta Islas de la Bahía, lo que es un grave problema para el medio ambiente, explicó el funcionario hondureño.
Propuesta Hondureña
El pasado 24 de octubre, autoridades de Guatemala y Honduras se reunieron en Puerto Barrios, para buscarle solución al problema de los desechos que caen al río Motagua.
En esa oportunidad, la comisión de Honduras estuvo integrada por el titular de Mi Ambiente, José Galdámez; la vicecanciller, María del Carmen Nasser Selman; el alcalde del municipio de Omoa, Ricardo Alvarado Escobar, entre otros, quienes se reunieron con el ministro de Ambiente y Recursos Naturales de Guatemala, Sydney Alexander Samuels; y el alcalde de Puerto Barrios, Hugo Sarceño.
“Samuels y los demás funcionarios guatemaltecos se mostraron muy complacidos por la visita de la comisión de Honduras, por lo cual nos hicieron una presentación sobre los avances que han hecho con relación a la problemática ambiental; pero lamentablemente tienen planificados planes a mediano y largo plazo, por lo que fuimos muy enfáticos, manifestándoles que nosotros queremos un plan de acciones a corto plazo”, explicó el ministro Galdámez.
Limpieza de todo el cauce
El plan a corto plazo elaborado por Honduras apunta que en el término de 15 días se haga una primera revisión, para que el gobierno guatemalteco conozca la petición de Honduras.
Una de las solicitudes de nuestro país es “que hagan una limpieza de todo el cauce del río Motagua, que limpien las playas de Omoa, que sus equipos de trabajo sean reforzados con más personal y equipo”.
“También les propusimos que, si no cuentan con una unidad especializada en ese tipo de limpieza, que contraten una empresa para que saquen la basura que está en el mar”.
Asimismo, se les pidió que refuercen las biobardas instaladas en el río Motagua, ya que estas cedieron con las recientes lluvias, por lo cual la enorme cantidad de basura se fue de paso hacia las playas de Omoa.
“Y luego, mucha de ella fue arrastrada al mar, desechos sólidos que generalmente son botes y envases plásticos, desechos hospitalarios, y hasta cuerpos de personas y animales muertos”, lamentó el funcionario.
Un sistema de Alerta
En el plan a corto plazo, Honduras le solicitó al gobierno de Guatemala que instale un sistema de alerta temprana, para que puedan tomar acciones, antes que la basura llegue a las costas.
También se propone que, de manera conjunta, se busque un país o una institución que sea garante para que observe que ambos países están cumpliendo para buscar solventar esta situación en contra del medio ambiente.
A los funcionarios de MARN se les recomendó que hablen con los alcaldes de 95 municipios, para que eliminen los botaderos de basura, ya que 27 de ellos están tirando los desechos sólidos directamente al río, mientras que Honduras apenas tiene tres municipios con este mismo problema.
“La mayor parte de la cuenca del Motagua está del lado de Guatemala, donde a lo largo se encuentran 95 municipios, de los cuales 27 tiran directamente la basura al río Motagua, mientras que en el lado de Honduras solo hay tres municipios”.
Lo anterior indica que el 86 por ciento de la cuenca del río Motagua está en Guatemala, y apenas el 14 por ciento en Honduras.
En el Río Motagua
¿Cómo inició la contaminación?
La alarma sobre la contaminación del río Motagua y de las costas hondureñas comenzó cuando a finales de agosto del 2016, el alcalde de Omoa, Ricardo Alvarado Escobar, anunció que interpondría una denuncia en contra de Guatemala, por las toneladas de basura procedentes de este país, que han contaminado las playas del municipio.
A raíz de esta advertencia, el ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de Guatemala buscó la forma de evitar que su país fuera denunciado internacionalmente, por cometer un acto en contra del ambiente.
Entre las medidas tomadas por el hermano país, en el 2016, el MARN inició el proyecto de colocar una biobarda en el río Motagua, con el objetivo de retirar la basura flotante, pero al poco tiempo, la barda estaba totalmente llena de desechos sólidos, de los cuales apenas un 70 ó 75 por ciento se pueden reciclar, según los biólogos y ambientalistas.
Quiebran los negocios rodeados de desechos
Las toneladas de basura que inundan las playas de este municipio también han afectado la economía de los comerciantes, ya que son pocas las personas que llegan a hacer turismo, pues al ver la suciedad, prefieren marcharse.
Para el caso, en la aldea de Masca, muchos de los negocios permanecen cerrados, esa situación mantiene en zozobra a los inversionistas, quienes aseguran que sus deudas se han incrementado debido a que no venden nada.
La comerciante Edith Guerrero expresó que al ver turistas se alegran, pero el entusiasmo les dura poco, porque estos, al ver los promontorios de basura a la orilla del mar, prefieren marcharse.
“No vendemos ni un plato de comida al día. Esto nos tiene preocupados, por lo que los propietarios de los 24 negocios que hay aquí, estamos en la misma situación”, recalcó Guerrero.
Mandan a Limpiar
Detalló que en ocasiones cada uno de los negociantes manda a limpiar parte de la playa para llamar la atención de los turistas.
“Sin embargo, no podemos hacerlo todo el tiempo, porque en lo personal he pagado hasta tres mil lempiras para poder ver un poco limpio aquí”, sostuvo.
Agregó que “de no ser por el alcalde, Ricardo Alvarado, que manda maquinaria para limpiar, esto estaría peor, pues ninguna otra autoridad se preocupa por enviar a asear las playas; le agradecemos que nos apoye, pero deseamos que sea como antes, que aunque vendíamos poco, sabíamos que la gente venía y consumía en nuestros negocios, logramos mejorarlos, pero ahora ya no sabemos qué hacer”.
En Masca, muchos comerciantes se han visto en la obligación de cerrar sus establecimientos, ya la clientela no llega.
La estructura de los locales cerrados hasta está deteriorada, al punto que parece que se caerá o que es una comunidad sin habitantes.
“En ningún lado la gente va a permanecer si mira sucio, aunque nosotros nos preocupemos por recoger la basura, la misma sigue llegando a la orilla de la playa y eso nos corre los clientes, pues la cantidad de plástico y, sobre todo, de material quirúrgico es impresionante”.
No solo los comerciantes se muestran preocupados por las toneladas de desperdicios en las playas, sino también otros pobladores.
Para el caso, el porteño Luis Ortega dijo que aunque pueden recolectar los trozos de madera para usarlos como leña, el resto de los desechos sigue contaminando el ambiente y poniendo en riesgo la salud de todos los que viven allí.
“Desde que soy un niño, recuerdo que los desechos llegan a la playa, pero no en esas cantidades y es preocupante”, añadió.
Turismo Afectado
La angustia de los comerciantes crece cuando observan que los turistas no llegan, ya que esta localidad se ha caracterizado por ser uno de los sitios turísticos más visitados del país, por sus hermosas playas y otros sitios paradisíacos.
Sin embargo, en los últimos meses la cantidad de turistas ha disminuido por la presencia de desechos a la orilla de la playa.
En los restaurantes de la playa municipal, aunque permanecen abiertos todos los días de la semana, es poca la gente que se queda a consumir.
“Hay momentos cuando el olor es insoportable, porque en medio de la basura vienen animales muertos y eso pone en riesgo la salud de todos los que permanecemos aquí”, dijo Fabiola Zelaya.
Añadió que “aquí no se puede bañar en el mar, porque la playa está desapareciendo y a la gente le gusta darse su chapuzón, pero cómo se va a quedar si ese montón de basura hace que mejor se vaya a buscar otro sitio donde pasar un rato en familia”.
Mientras que Daniel Sabillón comentó que el problema de la acumulación de desperdicios se incrementa en la temporada lluviosa.
“Cuando llega la temporada lluviosa, nuestra preocupación aumenta, porque los turistas casi no vienen, porque la basura arrastrada por el río Motagua también sube”, recalcó.
Los Presidentes de Honduras y Guatemala se reúnen para tratar la contaminación en el mar Caribe
