Un festival de endeudamiento externo, fábricas cerradas, desocupados por decenas de miles, justicia adicta y como si todo fuera poco, una comisión del Fondo Monetario Internacional fiscalizando las cuentas del país.
El organismo internacional anunció retomará la auditoria anual que había sido suspendida durante los gobiernos soberanos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. De esta forma, quedará habilitado a hacer una evaluación sobre la política fiscal y aconsejar al Presidente sobre qué rumbo es conveniente tomar en materia económica.
La delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegó ayer a Argentina, con el objetivo de comenzar la revisión de la economía argentina y mantener reuniones con los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, de Finanzas, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger.
El equipo, dirigido por Roberto Cardarelli trabajará al menos dos semanas y luego elevará el informe final al directorio del BCRA. La revisión se llevará a cabo en el marco del conocido Artículo IV, que habilita una inspección anual y de rutina de todos los países miembros del organismo.
El Gobierno habilitó la revisión del FMI, luego de diez años sin realizarse por decisión de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. El organismo analizará la política fiscal para reducir el déficit de las cuentas públicas y la política de endeudamiento durante los próximos años y como es habitual luego obligará al gobierno a realizar políticas agresivas a los derechos de los trabajadores y del pueblo en general en benefició de la acumulación de capital de los sectores del capital concentrado.
