Quieren que firme el acuerdo y luego renuncio de inmediato, ¿Cuál es mi incentivo para traer paz, si es la paz lo que traeré, y luego me hago a un lado? Nadie puede hacerlo, declaró.
En un homenaje al jefe del ejército James Ajongo, quien murió la semana pasada luego de una breve enfermedad, Kiir señaló que sus opositores tienen condiciones muy poco razonables para hacer las paces.
Ocho de los nueve grupos opositores y rebeldes que han estado en conversaciones con el gobierno de Sudán del Sur lo instaron a renunciar, y también pidieron al exvicepresidente Riek Machar, líder de la novena fuerza rebelde, que no desempeñe ningún papel en una administración de transición.
Los conflictos que estallaron en diciembre de 2013 tras el diferendo entre Kiir y Machar se cobraron decenas de miles de vidas, causaron la mayor crisis de refugiados en África y dejaron partes de Sudán del Sur al borde de la hambruna.
Una disminución en la producción de crudo -la casi única fuente de ingresos del gobierno- y los menores precios mundiales del petróleo han hecho añicos la economía.
