En el corazón del barrio financiero de París (capital de Francia), en La Défense, se han dado cita los ferroviarios franceses en el que es su vigésimo noveno día de huelga y manifestaciones en todo el país contra la reforma del ferrocarril que el gobierno impone por decreto. Un gobierno sordo a las reivindicaciones de los sindicatos. Una jornada reivindicativa que ha vuelto a mostrar la determinación de los ferroviarios a no bajar los brazos.
Más de 91 000 ferroviarios votaron contra la reforma gubernamental en una consulta organizada por los sindicatos que denuncian que detrás de la privatización y cierre de líneas ferroviarias se esconde, además de un bajada de la calidad del servicio público y la degradación de las condiciones laborales, un grave problema de seguridad para los pasajeros.
Estos manifestantes, han querido tomar la sede de la compañía ferroviaria francesa pero han tenido que hacer frente a una importante presencia policial. Manifestantes que denuncian las mentiras del gobierno y las amenazas de la dirección sobre los huelguistas. Trabajadores que afirman estar dispuestos a seguir luchando.
Aunque el gobierno logre aprobar a finales de semana la reforma ferroviaria, el trámite parlamentario no habrá terminado y los sindicatos van a seguir haciendo presión en la calle durante el proceso de elaboración de los decretos para que estos recojan sus reivindicaciones.
