La embarcación insignia de la organización no gubernamental (ONG) catalana Proactiva Open Arms llegó al puerto de la llamada ciudad condal, en el noreste español, escoltado por otro de sus navíos, el Astral, en el que viajaron cuatro eurodiputados.
Las autoridades de la región de Cataluña, en coordinación con el gobierno central y la Cruz Roja, prepararon un dispositivo para atender al grupo de indocumentados, integrado por 50 hombres, cinco mujeres y cinco menores, tres de ellos no acompañados.
Los migrantes socorridos el pasado sábado por la ONG -de 14 nacionalidades diferentes- viajaban en condiciones precarias en una balsa neumática, que zarpó del litoral libio con la intención de alcanzar las costas italianas, a través del Mediterráneo central.
'Que sensación tan agradable al volver a casa', exclamó hoy el director y fundador de Proactiva, Oscar Camps, cuando el barco de la organización enfiló la bocana del puerto barcelonés.
En su perfil en la red social Twitter, Camps escribió: 'Que tristeza tan grande saber que ayer murieron 63 personas más (en la peligrosa ruta del Mediterráneo). Llevamos solo 60 personas, podríamos haber salvado 270 más', lamentó.
Denunció que los migrantes 'vienen de sufrir abusos, explotación, tortura, violaciones y esclavitud en Libia' y ahora 'le dan la bienvenida a Barcelona'.
El Open Arms auxilió a esas 60 personas en aguas internacionales, lo cual llevó a que Italia y Malta se enzarzaran de nuevo en una disputa por la recepción en sus puertos de una nave con indocumentados rescatados en la propia vía marítima.
En las últimas semanas, los buques Aquarius, de la organización SOS Méditerranée, y Lifeline, de la alemana Mission Life, tampoco pudieron llevar a esos dos países a los refugiados que llevaban a bordo y tuvieron que aguantar en el mar durante varios días.
Ante la negativa de esas dos naciones de permitir atracar al Aquarius, el nuevo gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, autorizó el 17 de junio que los 630 indocumentados que transportaba el barco desembarcaran en el puerto de Valencia.
Aunque desde Proactiva celebran el gesto del ejecutivo de Sánchez, esperan 'no tener que venir nunca más a un país que no sea al que legalmente le corresponde por proximidad geográfica según las leyes marítimas', advirtió Anabel Montes.
Esas normas dictan que el capitán lleve a los rescatados a máxima velocidad al puerto más cercano, aseguró la jefa de misión de la ONG.
