Tal y como se determinó previamente, la misión de observar el proceso para determinar cualquier anomalía no contará esta vez con representantes de los partidos políticos- como durante las elecciones- y todo quedará en manos de organizaciones no gubernamentales (ONG), misiones internacionales y funcionarios de embajadas acreditadas.
Se anunció que cerca de 700 personas integrarán ese grupo, de los cuales 383 corresponderán a ONG nacionales, mientras que los restantes serán en su mayoría (188 y 28 intérpretes) de la Oficina para las Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE/ODIHR).
De acuerdo con los datos suministrados por la CEE, le sigue en número la embajada de Estados Unidos, con 35 observadores y 47 intérpretes; la misión de la OSCE en Skopje (12 y ocho); la embajada del Reino Unido (nueve), y el Consejo de Europa (ocho).
A continuación se sitúan las embajadas de Albania, Francia y Hungría (seis cada una), la embajada de la llamada República de Kosovo y la de Turquía, con cuatro cada una.
La función principal de este numeroso grupo será valorar que la votación se realice en una atmósfera democrática y de total correspondencia con las normas y estándares internacionales y las leyes nacionales.
Aunque el referendo se anunció como consultativo, o sea, no vinculante, los ciudadanos con derecho al sufragio deberán pronunciarse sobre una pregunta que tiene en su contenido una condicionante: ¿Está usted a favor de pertenecer a la UE y la OTAN aceptando el acuerdo entre Macedonia y Grecia?
El convenio suscrito en junio por los primeros ministros de los dos países, Zoran Zaev y Alexis Tsipras, establece que el nuevo nombre del país será República de Macedonia del Norte (Republika Severna Makedonija), que no aparece mencionado en el planteo de la consulta popular del próximo domingo.
Si la respuesta de los electores resultase favorable, le seguiría al proceso la ratificación en los parlamentos de los dos países, envueltos desde hace más de 25 años en la disputa por la denominación del país.
En un mitin convocado ayer por los partidarios del Sí, Zaev reiteró la tesis defendida por su gobierno y respaldada aquí en declaraciones públicas por importantes figuras de la Unión Europea (UE), la alianza atlántica (OTAN), Estados Unidos y otros países de que el voto a favor es la llave para abrir las puertas a un futuro de prosperidad.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, había declarado que de ratificarse el acuerdo con Grecia, se cursaría de inmediato la invitación a Macedonia para entrar en esa organización castrense y convertirse en el miembro número 30, mientras en Skopje ofreció las bondades que devendrían para el país con ese paso.
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