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» » Sarmiento marcharía el 18 F

(14/02/15 – Opinión, *Por Hugo Delgado)-.El llamado Padre de las Aulas, el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, sobre cuya figura la historia oficial pone un barniz de santidad y un inmenso manto de piedad sobre sus ideas, reflejó sin lugar a dudas la ideología emergente de una aristocracia berreta y racista que odia, explota y discrimina.

Hay pocas cosas, al correr de los años, tan comprometedoras como la palabra escrita y este es uno de los problemas que afronta hoy día la figura (que algunos quieren denominar controvertida) de Domingo Faustino Sarmiento.

Una figura cuya ideología no merece la menor controversia. Sarmiento fue un ser repugnante que cargó sobre si las peores deformidades ideológicas de su época y las mescló, cuan precursor de Jorge Lanata, con una perfidia acomodaticia muy propias de los sicarios mediáticos de estos días.

El Padre de nuestras Aulas, ya en el exilio chileno, después de haber asesinado contendientes políticos y humillado y abusado de sus viudas, no dudó un segundo en editorializar desde su diario y cuanta tribuna mediática tuviera al alcance en incentivar la apropiación por parte chilena de la Patagonia, y para ello no dudó en recurrir a su natural desprecio por su país y por todo lo americano, señalando que “los mapas europeos no reconocían la Patagonia como parte de las colonias españolas”.

Es curioso que aún hoy, a ciento veintisiete años de su muerte, la figura de Domingo Faustino Sarmiento, que fue presidente de la República Argentina entre 1868 y 1874, siga siendo protegida por la historiografía oficial, aunque no inexplicable.

Sarmiento fue y reflejó con una increíble elocuencia el desprecio de las clases dominantes por los sectores populares, y si bien su idea de exterminio ha caído en desuso (al menos en público) no por ello estos sectores dejaron de guardarle un respeto merecido a uno de sus más radicales exponentes.

Si ningún lugar a dudas que su Sarmiento viviera hoy estaría convocando activamente a la convocatoria del 18 F. Y tampoco deben caber dudas de que marcharía del brazo de Cecilia Pando y Alicia Raquel Hartridge Lacoste viuda de Videla, aunque quizás un tanto consternado por la falta de claridad del mensaje convocante.

Sarmiento y su ideología del racismo y el exterminio era más “fierrero” y menos disimulador que quienes convocan al 18 F y quizás su reclamo hubiera sido de mayor compromiso explicito con la meta buscada.

Este hombre supo definir con absoluta claridad sus ideas al señalar que "el Estado no tiene caridad, no tiene alma" y por tanto los pobres debían morirse, y señalaba que "el mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer”.

Lo curioso es que no rersulta tan terrible su pensamiento como el hecho de que aún se lo reverencie en las escuelas, que se lo glorifique. Mientras se habla de derechos de género y de justicia social una parte de nuestra sociedad sigue enarbolando a un personaje cuyos valores eran repugnantes y lo pone como ejemplo a nuestros niños

Algunas Posturas Públicas de Domingo Faustino Sarmiento

Aborígenes
"¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado".
"El Nacional (25/11/1876)" y "El Progreso (27/9/1844)"
(Diarios de la época)

Quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los salvajes por quienes sentimos, sin poderlo remediar, una invencible repugnancia, y para nosotros, Colo Colo, Lautaro y Caupolicán, no obstante los ropajes civilizados y nobles de que los revistiera Ercilla, no son más que unos indios asquerosos, a quienes habríamos hecho colgar y colgaríamos ahora, si reaparecieran en una guerra de los araucanos contra Chile, que nada tiene que ver con esa canalla”.
(Extractado de: Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán, de Roberto Levillier, Madrid, 1926)


Esclavitud
"La esclavitud de los Estados Unidos es hoy una cuestión sin solucion posible; son cuatro millones de negros, y dentro de veinte años serán ocho. Rescatados, ¿quién paga los mil millones de pesos que valen? Libertos, ¿qué se hace con esta raza negra odiada por la raza blanca?... Los estados libres son superiores en número y riqueza a los estados de esclavos... ¿Pero adónde irian cuatro millones de libertos? Hé aquí un nudo gordiano que la espada no puede cortar y que llena de sombras lúgubres el porvenir tan claro y radioso sin eso de la Union Americana. Ni avanzar ni retroceder pueden; y miéntras tanto la raza negra pulula, se desenvuelve, se civiliza y crece. ¡Una guerra de razas para dentro de un siglo, guerra de exterminio, o una nación negra atrasada y vil, al lado de otra blanca, la mas poderosa y culta de la tierra!"


Traicionando a la Patria
He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso... El gobierno argentino, engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas, Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y quizá toda la Patagonia... No se me ocurre después de mis demostraciones, como se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia les queda". "Es una guerra desértica, frígida e inútil. No vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por qué obstinarse en llevar adelante una ocupación nominal?
El Progreso (11 al 28/11/1842), La Crónica (11/3 y 4/8/1849), El Nacional, (19/7/1878)

Su visión sobre los estados provinciales
Son pobres satélites que esperan saber quien ha triunfado para aplaudir. La Rioja, Santiago del Estero y San Luis son piltrafas políticas, provincias que no tienen ni ciudad, ni hombres, ni cosa que valga. Son las entidades más pobres que existen en la tierra
"El Nacional", 9/10/1857

Su idea de “Elecciones Libres”
"Las elecciones de 1857 fueron las más libres y más ordenadas que ha presentado la América"'. "Para ganarlas, nuestra base de operaciones ha consistido en la audacia y el terror, que empleados hábilmente han dado este resultado (de las elecciones del 29 de marzo). Los gauchos que se resistieron a votar por nuestros candidatos fueron puestos en el cepo o enviados a las fronteras con los indios y quemados sus ranchos. Bandas de soldados armados recorrían las calles acuchillando y persiguiendo a los opositores. Tal fue el terror que sembramos entre toda esa gente, que el día 29 triunfamos sin oposición. El miedo es una enfermedad endémica de este pueblo. Esta es la palanca con que siempre se gobernará a los porteños, que son unos necios, fatuos y tontos".
El Nacional (13/10/1857), Carta a D. Oro (17/6/1857)

Sarmiento y los argentinos
“(son) una dañosa amalgama de razas incapaces e inadecuada para la civilización”.

“Los argentinos somos pobres hombres llenos de pretensiones y de inepcia, miserables pueblos, ignorantes, inmorales y apenas en la infancia. Somos una raza bastarda que no ocupa, sino que embaraza la tierra”.

“Nuestro pueblo no está preparado sino para degollar, robar, haraganear, desvastar y destruir”.
(De sus Obras Completas)

Sarmiento y el Pueblo
“Fue tal el terror que sembramos en toda esa gente —la oposición— con éstos y otros medios (establecimos en varios puntos depósitos de armas y municiones, encarcelamos como unos veinte extranjeros complicados en una supuesta conspiración; algunas bandas de soldados armados recorrían de noche las calles de la ciudad acuchillando y persiguiendo a los mazorqueros) que el 29 triunfamos sin oposición [N. de la R.: en las elecciones del 29 de marzo de 1857]. Los gauchos que se resistieron a votar por los candidatos del gobierno fueron encarcelados, puestos en el cepo, enviados al ejército para que sirviesen en la frontera con los indios y muchos de ellos perdieron el rancho, sus escasos bienes y la mujer”.
(Carta a Domingo Oro, 17 de junio de 1857).

“Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos? Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer”.
(Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13 de septiembre de 1859).

“No trate de economizar sangre de gauchos. Éste es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla, incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos”.
(Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861; el destinatario ejecutó el consejo lo mejor que pudo ...)

“El plan definitivo: asegurar los principales puntos de la República con batallones de línea, o lo que es lo mismo, apoyar a las clases cultas con soldados contra el levantamiento del paisanaje”.
(Del Archivo Mitre).

Sarmiento y Los Gauchos
“Tengo odio a la barbarie popular... La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil... Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad? El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden... Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas”.
(Carta a Bartolomé Mitre, del 24 de septiembre de 1861)

“En las provincias viven animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor”.
(Informe enviado a Mitre en el año 1863)

Sarmiento y los Paraguayos
“Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”.
(Carta a Mitre, año 1872)

Sarmiento y la entrega de la Patagonia
“He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso. Magallanes pertenece a Chile y quizás toda la Patagonia. No se me ocurre, después de mis demostraciones, cómo se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra, ni pretexto de controversia queda”.
(“El Progreso”, diario chileno dirigido por Sarmiento, 28 de noviembre de 1842).

“Que no suene más el nombre de los argentinos en la prensa chilena; que los que en nombre de aquella nacionalidad perdida ya habían levantado la voz guarden un silencio respetuoso; que se acerquen a los que por ligereza u otros motivos los habían provocado; y les pidan amigablemente un rincón en el hogar doméstico, de lo que en lo sucesivo serán, no ya huéspedes, sino miembros permanentes… Ahora, no hay más patria que Chile; para Chile debemos vivir solamente y en esta nueva afección, deben ahogarse todas las antiguas afecciones nacionales… Fundámonos en intereses e ideas con las nacionales, participemos de sus afecciones, de sus costumbres y de sus gustos. Hagámonos dignos de ser admitidos entre los individuos de la gran familia chilena y conquistemos la nacionalidad por la moralidad de nuestras costumbres, por nuestra laboriosidad y por nuestros servicios a la causa de la libertad y de la civilización que en Chile como en cualquier otra sección americana tiene amigos y partidarios”.
(“El Progreso”, diario chileno dirigido por Sarmiento, 11 de enero de 1843).


“La cuestión de Magallanes nos interesa bajo otro aspecto que no es puramente personal. En 1842, llevando adelante una idea que creíamos fecunda en bienes para convicción de que aquel territorio era útil a Chile e inútil a la República Argentina.

“Téngase presente además, que todas las cartas geográficas hechas en Europa, ponen los límites a la República aquélla, el Río Negro al Sud, demarcando separadamente la Patagonia como país distinto, y aunque este hecho no constituya derechos en favor de nadie, muestra ya la opinión de todos los pueblos con respecto a aquellos parajes, que la colonización española no ha ocupado; y no sabemos si sería obra de caridad arrebatar el terreno para poblarlo, a un gobierno como el argentino, que no es capaz de conservar poblado el que le dejó sometido y pacificado la España”.
(“La Crónica”, de Santiago de Chile, 29 de abril de 1849)

“El primer principio de equidad que ha de consultarse es éste: Un territorio limítrofe pertenecerá a aquel de los dos Estados a quien aproveche su ocupación, sin dañar ni menoscabar los intereses del otro.

“Este principio, seguido en todos los tratados de demarcación de límites de países despoblados tiene su completa aplicación en Magallanes. El Estrecho es una vía necesaria, indispensable de comunicación para Chile; es uno de sus caminos para Europa que le interesa aclarar, asegurar, poblar, para mejorar su comercio.

“Para Buenos Aires el estrecho es una posesión inútil… Quedaría por saber aún, si el título de erección del Virreinato de Buenos Aires expresa que las tierras del sud de Mendoza y poseídas aún hoy por chilenos, entraron en la demarcación del virreinato, que a no hacerlo, Chile pudiera reclamar todo el territorio que media entre Magallanes y las provincias de Cuyo… ¿Qué haría el Gobierno de Buenos Aires con el Estrecho de Magallanes…? Que pueble pues el Gobierno de Buenos Aires el Chaco, el Sud hasta el Colorado y el Negro, que dé seguridad a sus fronteras, que allane las dificultades del comercio interior; que regularice las leyes de aduana y deje el Estrecho a quien lo posee con provecho y no podrá abandonarlo sin mengua. Ningún interés nacional lo lleva a aquel punto, que a dejarlo Chile, le recuperarían los bárbaros, sin que el Gobierno de Buenos Aires tenga interés para hacer las erogaciones que demanda la ocupación de aquel país, remoto, frígido e inhospedable”.
(“La Crónica”, de Santiago de Chile, 11 de marzo de 1849)

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