En la noche del viernes, el Ejército colombiano llevó a cabo una operación en la que acabó con la vida de siete miembros de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y capturó a otros dos en la ciudad de Arauca, fronteriza con Venezuela.
Repito: al ELN lo está dejando el tren de la paz, no vamos a negociar si no liberan a los secuestrados", así de rotundo se ha manifestado el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
"Repito: al ELN lo está dejando el tren de la paz, no vamos a negociar si no liberan a los secuestrados". Así de rotundo se ha manifestado el mandatario colombiano durante la toma de posesión del nuevo director de la Policía Nacional, el general Jorge Nieto, quien asume esta responsabilidad tras la reciente renuncia de su predecesor, Rodolfo Palomino, envuelto en un escándalo sexual.
En referencia a la última operación militar, Santos ha señalado que el Gobierno tiene prioridades y debe concentrarse en objetivos de alto valor, para lo que deberá combatir todos los eslóganes del narcotráfico con la ayuda del resto del mundo.
El mandatario ha vuelto a recalcar que si el ELN quiere iniciar algún tipo de conversación, la condición previa es la liberación de las dos personas que tiene bajo su poder desde 2014.
El ELN, considerado como la segunda guerrilla del país, protagonizó recientemente un paro armado de 72 horas, con un resultado de tres policías muertos y decenas de incidentes violentos registrados en todo el país sudamericano.
La lucha armada del ELN contra el Estado data de 1964, y desde hace dos años comenzó conversaciones secretas con el gobierno del presidente Santos con miras a un diálogo formal, similar al que se desarrolla desde hace más de tres años en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal guerrilla del país.
