A través de un estudio de la Fundación FIEL, se conoció que una familia tipo necesitó contar con un ingreso de $11.385 para no caer en la pobreza. En este sentido se necesitaron $3.321 pesos mensuales adicionales a septiembre de 2015.
Por su parte un adulto necesitó contar con un ingreso de $1.642 para no ser indigente mientras debió percibir $3.684 para no ser pobre.
Durante el mes pasado, la canasta básica alimentaria registró un aumento de 1,8 por ciento, en tanto que en los últimos doce meses el incremento alcanzó al 41,1 por ciento.