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» » El arsobispado prohibió por decreto hablar sobre diversidad sexual en los colegios católicos platenses

(23/09/17 - Iglesia Católica)-.Lo hizo el arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, que utilizó un decreto para evitar que se enseñe y se discuta "la teoría de género" y el matrimonio igualitario, de modo que los chicos "sean formados en la visión cristiana del mundo y adhieran a ella con el pensamiento y el afecto". 

En línea con sus interminables y agresivas declaraciones en contra de la homosexualidad y el matrimonio igualitario, el arzobispo de La Plata, Monseñor Héctor Aguer, cercano al PRO (foto), prohibió a través de un decreto que se hable de diversidad sexual y "teoría de género" en los colegios religiosos platenses.  

Mediante el decreto N° 096/2017, Aguer argumentó de forma increíble que en esos establecimientos educativos no se puede hacer referencia "a la teoría de género que pretende negar las diferencias biológicas entre el varón y la mujer, de modo que los alumnos puedan discernir rectamente y no sean arrastrados por este error".

La norma establece un conjunto de recomendaciones "visto que en los colegios católicos los alumnos deben recibir una educación integral basada en la doctrina de la Iglesia, de modo que sean formados en la visión cristiana del mundo y adhieran a ella con el pensamiento y el afecto".

"Periódicamente llegan a este arzobispado quejas respecto de la transmisión de cuestiones esenciales en diversas asignaturas", lanzó el religioso como justificación, por lo cual el controvertido documento publicado generó "orientaciones", tanto para los colegios que dependen directamente de la Arquidiócesis de La Plata, como los que pertenecen a congregaciones religiosas.

¿Cuáles son las recomendaciones y sus argumentos? 
"La Enseñanza Religiosa Escolar y la Catequesis tienen como referencia doctrinal insoslayable el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio del mismo. Los textos que se usen y las explicaciones de los profesores y catequistas deben ajustarse siempre a aquellos instrumentos para mostrar a los alumnos, sin ambages, la verdad católica, con los métodos y actividades que correspondan a la edad de los educandos. Se les ha de ayudar, asimismo, con igual cuidado, a que adviertan los errores y comportamientos desordenados que se difunden en la cultura vigente, para evitar incurrir en ellos. En el Catecismo se encuentra también la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad humana y sobre la justicia social, temas a los que se refieren los puntos que siguen", como primer punto.

En segundo lugar, "en lo que respecta a la Educación para el amor, la castidad, el matrimonio y la familia, sígase puntualmente lo que he establecido en ´El orden del espíritu en la sexualidad. Aportes preliminares al ordenamiento de la educación sexual en la escuela´. Prohíbo expresamente que en esta área tan delicada y bella se recurra como fuente de inspiración a la "teoría de género" y a los textos que la sostienen. En el momento oportuno hay que exponer con argumentos sólidos una crítica de esa teoría, hoy ampliamente difundida, que pretende negar las diferencias biológicas entre el varón y la mujer, de modo que los alumnos puedan discernir rectamente y no sean arrastrados por este error".

Finalmente, "las asignaturas referentes al orden social, político y económico, cualquiera sea el nombre que les atribuya el currículo oficial deben inspirarse en el Catecismo y en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, publicado bajo la autoridad de San Juan Pablo II el año 2004".

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