La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado este martes de una “emergencia humanitaria real” en Bangladesh por la masiva huida de los rohingyas desde Myanmar al país bangladesí ya que en pocos días decenas de miles de personas han huido de Birmania.
"Claramente las necesidades son enormes. Se trata de una emergencia humanitaria real", ha dicho el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Leonard Doyle, durante una rueda de prensa.
Además, ha revelado que desde el mes de octubre unas 83.000 personas y en los últimos días unas 123.600 personas llegaron a Bangladés lo que, ha recordado, equivale casi a todas las personas en refugios improvisados y en el campo de refugiados.
No obstante ha reconocido que las autoridades bangladesíes han mantenido abierta la frontera y no se prevé que, al menos en el futuro próximo, haya un impedimento por parte de Bangladés a la hora de dejar cruzar a los refugiados.
Por su parte, la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Dunyia Aslam Khan, ha urgido a la comunidad internacional a proporcionar más refugios de emergencia y de terrenos para los rohingyas que huyen de la violencia en Myanmar y ha advertido que los campos de refugiados en la frontera “están a punto de colapsar”.
Claramente las necesidades son enormes. Se trata de una emergencia humanitaria real", ha dicho el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Leonard Doyle.
"Hay una urgente necesidad de más refugios de emergencia y de terrenos para los rohingyas que continúan cruzando la frontera. Estamos quedándonos sin sitio", ha dicho.
En los últimos días, las autoridades birmanas han lanzado una fuerte política de represión contra esta población, masacrando a sus miembros y quemando sus casas, y se calcula que entre 200.000 y 500.000 refugiados rohingyas viven actualmente en la precariedad, la mayoría en campamentos miserables y superpoblados.
Los incesantes ataques brutales y las duras condiciones de vida han obligado a esta población a abandonar sus casas y buscar refugio en el país vecino Bangladesh. Y como consecuencia, ahora, miles de desplazados han recorrido un duro camino y ya se encuentran en la frontera del país sin acceso a sus necesidades básicas.
