Apelando a una resolución suspendida por el Tribunal Constitucional (TC) en 2015, han insistido en trabajar por la secesión, aunque siempre abiertos a la negociación con el Gobierno de España para reclamar el derecho a la autodeterminación.
Junts per Catalunya (Juntos por Cataluña) y Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) han suavizado a última hora una moción de sus socios de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) de continuación con la unilateralidad, aunque han revalidado la resolución de inicio del proceso independentista. Eso sí, con evidentes diferencias dentro del mismo bloque.
La oposición unionista ha cargado contra la validación del desafío independentista, se ha ausentado de la votación y ha amenazado con nuevas acciones legales.
Tras la visita de Torra a los presos independentistas en cárceles catalanas y el pago por parte de la sociedad civil de más de 2 millones de euros como fianza al juez, el independentismo afronta ahora la reunión con el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, con demandas concretas.
Además de la puesta en libertad de los encarcelados, se reclama el referéndum de autodeterminación, la recuperación de leyes sociales impugnadas y la defensa de la soberanía del Parlamento. Conscientes de la dificultad de llegar a acuerdos ya entrevén reuniones futuras.
