Select Menu

Municipios

Latinoamerica

Sociedad

.

.

Argentina

.

Deportes

Internacionales

Cultura y Educación

» » Los siete pecados del coloniaje

(25/06/15 - Puerto Rico)-.Nuemrosas organizaciones que trabajan por la independencia de Puerto Rico se presentaron en la Asamblea de Naciones Unidas que finalmente aprobó su derecho a la autodeterminación, en este caso reproducimos la Ponencia del Comité Pro Derechos Humanos de Puerto Rico.

El coloniaje es un sistema mediante el cual un país poderoso interviene en otro país por la fuerza militar y luego, con su poder económico y geopolítico, busca sojuzgarlo y explotarlo. Este Comité existe para terminar con esas relaciones entre países, siendo que el coloniaje es un crimen contra la humanidad y es contrario a la ley internacional que rige las naciones civilizadas. El coloniaje tiene graves consecuencias sobre la economía del país que lo padece y más aún, sobre la psiquis de la nación sometida al coloniaje[ii]. Vamos a mencionar siete pecados fundamentales del coloniaje en Puerto Rico para que no se siga aplazando la búsqueda de una solución a la relación colonial que padecemos con Estados Unidos y que tanto daño nos está haciendo.

1- Se nos impone las leyes de cabotaje que nos obligan a mercadear nuestros productos e importar en barcos que pertenecen a la marina más cara del mundo, que es la de EE UU. El Senado de Puerto Rico, cuerpo político electo por los puertorriqueños, aprobó un informe que critica el efecto de las leyes de cabotaje y pide que se nos exima de ellas. Hasta el momento se ha hecho caso omiso de ese justo reclamo[iii].

2- La Constitución que se aprobó en 1952, en un proceso por el cual se le eximió a Estados Unidos de rendir informes sobre Puerto Rico, al amparo del artículo 73(e) de la carta de la ONU, aprobó una sección que prohíbe la pena de muerte[iv]. El gobierno federal, en contra de ese mandato, ha solicitado varias veces en el tribunal federal que se certifiquen casos de pena de muerte contra acusados puertorriqueños. En las reservaciones indias se reconoce el derecho de los gobiernos indios a oponerse a un reclamo de pena de muerte[v], en Puerto Rico ni ese derecho tenemos.

3- La Constitución que se aprobó en 1952 nos obligó a incluir una cláusula que garantiza como prioridad, aun a costa de las necesidades más esenciales de la población, el pago de la deuda externa[vi]. No se reconoce el derecho a solicitar quiebra federal ni tampoco el derecho a aprobar legislación para quiebras locales en casos de corporaciones públicas o semipúblicas[vii]. Esa camisa de fuerza obliga a que se releguen las obligaciones de presupuesto para educación, salud, vivienda, empleo y seguridad pública. Todo ello en detrimento de la calidad de vida de los puertorriqueños que trabajan y producen para pagar altos impuestos personales y de consumo.

4- La marina de guerra de EE UU utilizó territorio nacional para prácticas de guerra. Tiene desperdicios de uranio y bombas en el mar y suelo puertorriqueño que contaminan el ambiente y la cadena alimenticia y se niegan a asignar el dinero necesario para limpiar esos terrenos. Tal es la situación conocida en Vieques y Culebra para no hablar de áreas contaminadas en suelo puertorriqueño y que no conocemos por ser operaciones secretas[viii].

5- Los puertorriqueños son discriminados en pagos de Medicaid y Seguro Social a pesar de que aportamos más dinero para sufragar esos pagos que lo que aporta la mayoría de los estados[ix]. Ese discrimen ha sido sostenido por jurisprudencia de la corte suprema sobre la base jurídica de que somos un territorio no incorporado y Estados Unidos reclama el privilegio de discriminar por razones económicas contra sus territorios[x].

6- Puerto Rico gasta en educación pública universitaria 9.6 millones del presupuesto que van a subvencionar la Universidad de Puerto Rico[xi]. Esos millones de dólares se invierten para formar profesionales en diversos campos técnicos, especialmente ingeniería y salud. Esos profesionales son reclutados luego a trabajar en Estados Unidos[xii], sin que podamos exigir servicio público y retribución al país que los educa, que es Puerto Rico.

7- En un plebiscito organizado por los puertorriqueños, en las elecciones de 2012, 54% de los votantes votó en contra de la fórmula actual que rige las relaciones entre Puerto Rico y Estados Unidos, relación que ya hemos dicho que es una colonial, con el nombre eufemístico de territorio no incorporado. Esa definición consagra la aberración jurídica de que un país puede reclamar ser dueño de otro país con plenos poderes hasta para cederlo a otro país[xiii].

Contra esta relación colonial, con sus efectos perversos y causantes de subdesarrollo para Puerto Rico, es que Oscar López Rivera ejerció su derecho a luchar y combatir. Por su lucha contra el coloniaje Oscar ha cumplido treinta y cuatro años de cárcel, siendo el puertorriqueño, preso político, que más tiempo ha cumplido en defensa del derecho a la autodeterminación de Puerto Rico, derecho que este Comité está llamado a defender. Millones de puertorriqueños en la diáspora, han apoyado que se le excarcele, como lo demuestran las expresiones de asistentes y personalidades políticas, en los dos últimos desfiles puertorriqueños en Nueva York. Ocho premios Nobel han hecho lo propio. Organismos como la CELAC, la COPAL, La Internacional Socialista y el Foro de Sao Paulo también se han unido al reclamo por su excarcelación. En Puerto Rico, su Gobernador, su Comisionado Residente, cuerpos políticos como el Senado y la Cámara de Representantes, así como los sindicatos más importantes, iglesias católica y protestantes, endosan su inmediata excarcelación. Cientos de miles de cartas y tuits y correos electrónicos se han cursado al presidente Obama clamando por justicia para Oscar.

Hasta el momento ese clamor democrático y pacífico, fundamentado moral y políticamente hasta la saciedad, ha recibido oídos sordos. Estados Unidos accedió a liberar a los presos cubanos que defendieron su país del terrorismo. Ha pretendido abogar por presos de otros países como Venezuela, Chile, China, Cuba y otros con los cuales tiene relaciones comerciales y diplomáticas. Sin embargo, incurre en el oxímoron de desoír la voluntad democrática de nuestro pueblo en favor de ejercer nuestro derecho a la autodeterminación para descolonizarnos, al igual que el reclamo de que excarcele al defensor emblemático de ese derecho, que es Oscar López Rivera. Desoír la voluntad democrática y pacíficamente expresada de un pueblo que clama por justicia y respeto a su soberanía es el imperativo categórico ignorado por el poder colonial. El más serio desatino, el que puede conducir al desprestigio diplomático y a que se eche a pique la fuerza moral que todo país necesita para relaciones de respeto con los demás países del mundo. Ese es el imperativo categórico que E.E.U.U. tiene en nuestra patria, respetar nuestra voluntad descolonizadora sin que sea necesario forzar a que los demás países le impongan esa obligación.


Cordialmente, Eduardo Villanueva Muñoz, Portavoz Comité pro Derechos Humanos de Puerto Rico.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Previo
Entrada antigua