A principios de mes, Podemos ya había rechazado la oferta lanzada por el candidato de IU a la presidencia del gobierno español, Alberto Garzón, de trabajar por una candidatura popular de toda la izquierda, siguiendo el modelo exitoso de "Barcelona en Común" y "Ahora Madrid", que desplazaron la derecha en las elecciones municipales.
Sin embargo, Garzón tenía la esperanza de que en su encuentro personal con Iglesias pudiera convencer al dirigente antineoliberal de que la mejor opción para la izquierda era dejar las siglas del partido en un segundo plano y presentar una propuesta común.
Hoy, ambos dirigentes mantuvieron una reunión de una hora y media en la sede de Podemos en Madrid, y al culminar dejaron claro que si bien comparten el diagnóstico sobre la situación económica, política y social del país, sus estrategias para conseguir un cambio en las políticas de España son diferentes.
"A pesar de que a mí me encantaría contar con gente como Alberto (Garzón), no puedo decir lo mismo de Izquierda Unida. Lo digo desde el respeto, pero tenemos nociones distintas de lo que significa la unidad popular y la estrategia electoral", añadió Iglesias.
En ese sentido, el líder de Podemos explicó que para su formación la unidad popular no se construye desde los partidos sino "desde la sociedad civil" y "pasa por incorporar en nuestras lista gente que proviene de los movimientos sociales".
Al tiempo que respondió con un "no" rotundo, Iglesias animó a Garzón a sumar a su proyecto: "La puerta está abierta y en sus listas pueden participar personas que no son de Podemos. Ojalá hubiera más compañeros como Alberto que vieran esa opción".
"Es bueno que entre nosotros haya colaboración política aunque no se traduzca en colaboración electoral", insistió Iglesias, zanjando de esta forma la posibilidad de una lista conjunta.
A pesar de este firme rechazo, Garzón no dio todo por perdido y se mostró convencido de que habrá algún "punto de encuentro" no sólo con Podemos sino con otras fuerzas políticas y movimiento sociales antes de las elecciones generales.
A pesar de este firme rechazo, Garzón no dio todo por perdido y se mostró convencido de que habrá algún punto de encuentro "La sociedad no entendería encontrarnos enfrentados", subrayó Garzón, quien cree que aún "queda tiempo para poner en marcha una candidatura de unidad popular".
Antes de que IU planteara su propuesta, en el seno de Podemos surgieron voces que proponían la idea de crear una coalición similar al frente constituido por la izquierda en Uruguay en 1971 contra los partidos tradicionales Blanco y Colorado, según trascendió a la prensa española.
Además, el pasado 11 de junio se publicó un documento de la corriente crítica con la cúpula, encabezada por Pablo Echenique, que reclama la apertura de Podemos a una "candidatura constituyente", y una mayor apertura del partido a otras fuerzas políticas para las generales.
Echenique ratificó luego que "Podemos es la marca para concurrir a las elecciones generales", y ante la reunión de Iglesias con Garzón señaló que la fuerza nacida en el movimiento de los indignados españoles "ya es una candidatura de unidad popular".
Por su parte, Iglesias quiso aclarar que no había discrepancias dentro de su formación, afirmando que "la hoja de ruta" que salió del congreso fundacional de finales de 2014 "cuenta con un enorme consenso en la organización" y los "órganos elegidos" marcaron una línea clara.
