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» » Cincuenta y seis millones de personas están muriendo de hambre a causa de las guerras, denuncia la ONU

(31/07/16 - Organización de Naciones Unidas)-.La ONU denunció hoy que más de 56 millones de personas que viven en 17 países inmersos en conflictos armados se encuentran en una situación de emergencia alimentaria, en un informe presentado ante el Consejo de Seguridad en Roma. 

El reporte elaborado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que esta situación "dificulta los esfuerzos globales para erradicar la malnutrición" en el mundo. Por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió hoy ante el Consejo de Seguridad que Sudán del Sur se encuentra "al borde de un abismo" y exigió un compromiso de paz a los líderes del país africano, sumido en la violencia.

En un comunicado conjunto, las dos agencias con sede en la capital italiana, FAO y PMA,  advirtieron que en 17 países más de 56 millones de personas sufren altos niveles de hambre, de acuerdo con la escala integrada que se utiliza para clasificar las fases de la seguridad alimentaria (IPC) y otros análisis.

El deterioro de la situación es particularmente preocupante en Yemen, Siria, Sudán del Sur, Burundi y la cuenca del lago Chad, una zona fronteriza entre Camerún, Chad, Níger y Nigeria, según el informe, citado por la agencia de noticias EFE.

Alrededor de la mitad de la población yemení, 14 millones de personas, padecen una crisis o emergencia por el hambre, mientras que en Siria 8,7 millones de personas (37% de la población anterior a la guerra) necesitan con urgencia ayuda alimentaria, lo mismo que 4,8 millones de personas en Sudán del Sur (un 40% de la población).

La ONU mostró su preocupación por esos dos últimos países debido al deterioro progresivo que han sufrido en 2016 según se fueron prolongando los conflictos.

La organización también alertó que la violencia del grupo yihadista nigeriano Boko Haram ha triplicado el número de desplazados en los últimos dos años en la región del lago Chad, lo que elevó los niveles de hambre y malnutrición.

En países que están saliendo de largos periodos de guerra civil como Colombia, millones de personas siguen sufriendo un alto grado de inseguridad alimentaria.

En otras zonas, aunque el número absoluto de hambrientos sea más bajo, estos representan un alto porcentaje de la población, como ocurre en Burundi (con el 23%), Haití (19%) o la República Centroafricana (50%).

Además, se calcula que el 89% de todos los refugiados sirios que actualmente viven en el Líbano requieren ayuda alimentaria urgente.

Otros países donde el conflicto ha afectado de modo significativo la seguridad alimentaria son la República Democrática del Congo, Guinea Bissau, Costa de Marfil, Liberia, Mali, Somalia, Sudán, Irak y Afganistán.

La FAO y el PMA destacaron que los conflictios armados son una de las principales causas del hambre, ya que destruye los cultivos, el ganado y la infraestructura agrícola, bloquea los mercados y fuerza los desplazamientos.

Asimismo daña el capital humano, contribuye al contagio de enfermedades y dificulta el acceso de gobiernos y organizaciones humanitarias a la población afectada, entre otras cosas.

Según las últimas estimaciones, aproximadamente la mitad de los pobres del planeta vive en países caracterizados por el conflicto y la violencia.

El caso de Sudán del Sur
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió hoy ante el Consejo de Seguridad que Sudán del Sur se encuentra "al borde de un abismo" y exigió un compromiso de paz a los líderes del país africano, sumido en la violencia.

"Las promesas del nuevo Estado por la paz, justicia y oportunidades se han desperdiciado", dijo Ban en un discurso ante el máximo órgano de decisión de la ONU al referirse a la situación en Sudán del Sur, el país más joven del mundo.

También se manifestó "indignado por la magnitud de la violencia sexual" en el país y exigió "la rendición de cuentas por todas las atrocidades" cometidas, informó la agencia de noticias EFE.

Los dichosas de Ban se producen un día después de que la ONU anunció que documentó 120 casos de abusos sexuales durante la actual ola de violencia en Yuba,. la capital, y dijo que está investigando acusaciones de que "cascos azules" permitieron a soldados sursudaneses cometer algunos de esos delitos.

Miles de civiles dejaron sus casas en las últimas semanas, muchos buscando la protección de la ONU, a raíz de la violencia armada que estalló nuevamente este mes entre leales al presidente de Sudán del Sur, Salvar Kir, y seguidores de su oponente político Riek Machar.
En agosto de 2015, Kiir y el entonces vicepresidente Machar -ahora en paradero desconocido- firmaron un acuerdo de paz que, al menos sobre el papel, puso fin a casi dos años de guerra.

Sin embargo, entre el 8 y el 11 de julio pasados, se produjeron duros combates entre unidades militares rivales en Yuba y otras zonas del país, que causaron al menos 300 muertos, según el Gobierno, y el desplazamiento de más de 36.000 personas, de acuerdo a datos de la ONU.

El conflicto entre ambos bandos estalló en diciembre de 2013, cuando Kiir, de la etnia dinka, denunció un supuesto intento de golpe de Estado encabezado por Machar, de los nuer.

La situación devino en un sangriento conflicto entre fuerzas que respondían a Machar y Kiir que causó miles de muertos y 2,3 millones de desplazados en el país del noreste de África.
Pero la violencia no comenzó hace dos años: Sudán del Sur logró la independencia tras cuatro décadas de guerra contra el gobierno de Sudán, que empleó tácticas genocidas para subyugar a la población del Sur.

Gran parte del conflicto es religioso y étnico: muchos sudaneses del Norte son musulmanes y se ven a sí mismos como árabes, mientras consideran a sus vecinos meridionales como infieles (ya que son cristianos o seguidores de religiones tradicionales) y negros (pese a que todos, los del norte y del sur, suelen ser indistinguibles).

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