La presencia de representantes de la agrupación neonazi Bandera Vecinal en una reunión en Casa Rosada sigue generando repercusiones, luego de que el secretario de Juventud y convocante del encuentro, Pedro Robledo, argumentara que fueron recibidos por “error”. “Cuando alguien asume responsabilidades políticas gubernamentales no puede aducir ‘no sabía’. Es una falta de responsabilidad muy grande y un mensaje a la sociedad”, planteó Jorge Elbaum, ex director ejecutivo de la DAIA y actual presidente de la agrupación Llamamiento de Argentinos Judíos.
“Es una irresponsabilidad de Jefatura de Gabinete de convocar a esta gente a una reunión en Casa Rosada. Eso me parece lo más grave de todo y merece el máximo repudio. Me parece que está a tono con lo que ayer mismo pasó en Ledesma. Es parte de lo mismo, no son casualidades”, dijo Elbaum a Política Argentina, en referencia a la feroz represión a trabajadores azucareros en Jujuy.
“Nadie que reivindique genocidios puede llamarse ‘partido político’ y estar disponible para participar en elecciones. El Gobierno para reparar el ‘error’ debería no solamente repudiar a esta gente sino también solicitar a la Justicia que proscriba la actividad de estos energúmenos como partido político”, propuso Elbaum. Recordó que fue el juez Ariel Lijo quien otorgó personería jurídica a la agrupación de Alejandro Biondini “desconociendo las sentencias previas de otros jueces”. Cuando Bandera Vecinal fue legalizado como partido político, en 2014, la DAIA emitió un comunicado repudiando la decisión de Lijo. Hasta el momento, sin embargo, la entidad no dio a conocer su posición sobre la presencia de neonazis en Casa de Gobierno.
“Hay cierta homología o parentesco o una sensibilidad común entre la ultraderecha y el neoliberalismo. Uno lo podría pensar al revés: ¿cuál es la causa por la cual en estos 12 años de gobierno popular esta gente nunca tuvo entrada en la Casa Rosada ni en ninguna instancia gubernamental?”, se preguntó el referente del Llamamiento, que se define con una identidad argentina, latinoamericana y judía. “El tema de fondo tiene que ver con eso: este gobierno va mostrando sistemáticamente ciertas incomodidades con lo que tiene que ver con lo popular y cierta confortabilidad con lo que tiene que ver con la derecha y las conductas autoritarias. Con el tiempo vamos a ir viendo más de estas cercanías: esta gente está cerca de todo lo que tiene que ver con la dictadura, con el fascismo, aunque ha vendido un producto más lavando y con espíritu republicano”, concluyó Elbaum.
