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» » Hijos de "Tucho" Valenzuela y Raquel Negro criticaron la película que cuenta su historia

(18/11/16- Cine)-.Sabrina, Sebastián y Matías, hijos de Edgar Tulio Valenzuela, alias "Tucho", y de Raquel Carolina Angela Negro, alias "María", los montoneros protagonistas de la historia en la que se basa la película "Operación México, un pacto de amor" que se estrena hoy, criticaron el abordaje de la historia de sus padres realizado por el director del film, Leonardo Becchini, aunque expresaron su reconocimiento a los actores que recrearon los personajes. 

Por su parte, el ex canciller Rafael Bielsa, autor del libro original, "Tucho. La Operación México o lo irrevocable de la pasión", reflexiona sobre esta tragedia arquetípíca de los años '70, una generación con la que dijo sentirse totalmente identificado.

"Antes que nada queremos reconocer y agradecer la disposición que tuvieron los actores, quienes una semana antes del rodaje, intentaron extender un puente entre industria-familia. Sin embargo, no podemos dejar de cuestionar el abordaje que realiza la película para relatar la modalidad represiva que se desarrolló en el Centro Clandestino de Detención Quinta de Funes", afirmaron los tres hijos de la pareja, entre ellos Sabrina Gullino Valenzuela Negro, la hija de "Tucho" y "María", que recuperó su identidad hace ocho años, en diciembre del 2008. 

Así lo hicieron a través de un comunicado de prensa difundido hoy, en el marco del estreno de la película basada en la historia de sus padres que reflejara en un libro el ex canciller Rafael Bielsa, publicado en el 2014.
En dicho comunicado cuestionaron la "división binaria" que subyace en la forma de relatar los hechos ocurridos en el marco de la última dictadura cívico-militar, y advirtieron sobre la "peligrosidad" de retomar esa mirada.

Sabrina, que nació en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná no está sola en el planteo que hizo hoy en relación a la película: la acompañan Sebastián Álvarez Negro ("el Quinqui"), hijo de "María" y secuestrado junto a ella en La Quinta de Funes durante los primeros días de su cautiverio, y Matías Valenzuela Espinosa, hijo de "Tucho" y una militante de la que luego se separó (Norma Espinosa), respaldados por la agrupación HIJOS Rosario.
Los tres militan en organizaciones de Derechos Humanos, y los tres están juntos también en la búsqueda del mellizo de Sabrina, nacido, como ella, en cautiverio en el Hospital Militar de Paraná y dado de alta con vida del Instituto Privado de Pediatría, el 27 de marzo de 1978, según lo que pudieron determinar en base a las declaraciones de las enfermeras que atendieron a María.
"Nos encontramos con la necesidad de dejar sentada nuestra postura crítica con respecto a un producto de la industria cinematográfica que pretende relatar la historia de nuestros padres Tulio Valenzuela (Tucho) y Raquel Negro (María Amarilla), y de los compañeros con quienes militaron en la Columna Rosario de la agrupación peronista Montoneros", destacaron Sabrina, Sebastián y Matías.

Los tres viven hoy en diferentes ciudades pero se comunican todo el tiempo, y comparten eventos familiares como cumpleaños cada vez que pueden, ya sea en Victoria (Entre Ríos), donde vive Sabrina; en Santa Fe, donde está Sebastián, o en Buenos Aires, lugar en el que reside Matías.

"Entendemos perfectamente que en una película no puede contarse todo, pero es nuestro deber expresar nuestro desacuerdo. El hecho de que el thriller retome la división binaria del mundo conlleva una doble peligrosidad", advirtieron los hermanos, quienes calificaron de "simplificador" y lejano a lo que es "la reconstrucción de la historia reciente" la mirada sobre los hechos reflejada en el film, y acotada a un sólo testimonio de un sobreviviente (Jaime Dri).

La película, que tiene en los papeles protagónicos de Luciano Cáceres, Ximena Fassi y Ludovico Di Santo, se basa en la novela “Tucho. Operación México, o lo irrevocable de la Pasión” escrita por el ex canciller Rafael Bielsa y publicada en el 2014.

En diálogo con Télam, Sabrina recordó que tras la lectura del guión, le sugirieron al director incorporar "una mirada más compleja sobre la experiencia de la Quinta de Funes", y lamentó que "no se hayan empleado esfuerzos" para hacerlo, y que hayan caído en "una lógica binaria de mártires y delatores".

Según explicó, si bien la Quinta de Funes no funcionó con la modalidad de torturas y tormentos", sino "bajo un régimen represivo y perverso diferente", que pretendía que los detenidos modificaran sus identidades políticas, anteriormente "habían sufrido torturas inhumanas" y temían por sus familias vigiladas y amenazadas.
Bielsa

El ex canciller Rafael Bielsa no pensó al escribir su libro "que dos años más tarde el pacto de amor de Edgar "Tucho" Valenzuela y Raquel Negro  cobraría vida en la pantalla grande, pero sí supo que esa historia aportaría un "grano de arena" a la recuperación del mellizo nacido en cautiverio, al que su hermana Sabrina busca desde diciembre de 2008:
"Me gustaría que la película sirviera tanto para que no sea olvidada esta historia, como para que aportara su grano de arena a la recuperación del hermano mellizo de Sabrina, no encontrado hasta el día de hoy", dijo Bielsa en diálogo con Télam.

La "Operación México" fue ideada en los meses previos al Mundial '78 por el luego dictador Leopoldo Galtieri, y su objetivo era aniquilar a la cúpula de Montoneros, que residía en la ciudad de México, a fin de garantizar la desarticulación de esa agrupación, frente al temor de la dicrtadura de que su accionar se extendiera "cinco o seis años más", según le reveló el propio Galtieri a Tucho.

Bielsa se prendó de la historia de Tucho y María, que eran los nombres que tenían Edgar y Raquel dentro de Montoneros, apenas se la contaron, durante su exilio en España, a principios de los '80.

Según le expresó a Télam, cayó "rendido ante ella".

Finalmente Bielsa (que también estuvo secuestrado durante la dictadura militar muy cerca de la Quinta de Funes, donde estuvieron Tucho y María en 1978, cuando faltaban pocos meses para el Mundial de Fútbol) decidió escribir el libro que publicó en 2008, y ya va por su tercera edición.

La película, llevada a la pantalla grande por Leonardo Bechini, es "atrapante" y "en nada desmerece el libro", consideró Bielsa durante la charla, lanzado al difícil arte de comparar un libro con una película. 

Dejó claro, sin embargo, que "las personas que fueron Tucho y María superan largamente el pobre homenaje que le rinde la novela primero, y la película después", pero halagó la "corporización" de Tucho por el actor Luciano Cáceres. Dijo que se trataba de una "magnética versión de alguien que protagonizó una historia que no merecía ser olvidada".

Bielsa elogió de la película un sentido de "melodía amorosa y exasperada" y de "tragedia atópica, sin un sitio necesario, tan vieja como los sentimientos, los deberes y la naturaleza humana".

El ex canciller, que estuvo secuestrado y desaparecido en 1977 en El Castillo -ubicado en la zona rural de la ciudad de Funes-, sabe que "los '70 ya han sido suficientemente pensados y bien historiados", pero también es consciente que esos años de la "insomne tragedia argentina" siguen en la memoria, y generan preguntas y emociones.

"Si la película genera algo invisible y sin nombre que toca el sentido de los valores y moviliza las emociones, si lo logra, habrá sido arte", dijo el ex canciller, que dijo que lo emocionó "de una manera distinta" a la que motivó que escribiera el libro porque al mismo tiempo "la película es aquel relato y es otro".

Pese a su intención de circunscribirse a lo artístico del film, Bielsa aceptó profundizar en lo que fue la militancia de esos años, y ató su pensamiento al "alto concepto de fidelidad y honor" y, también, al "coraje de ejercer una opción".

Para ilustrar ese coraje, el ex canciller citó uno de los diálogos de la película en el que María le dice a Tucho, antes de que él parta hacia México en una peligrosa operación, que si no podían "elegir el modo de vivir", al menos elegirían "cómo morir".

La peligrosa operación en que se basa la película y el pacto de amor de ambos, consistía en que Tucho viajara a México, donde residía la dirección de Montoneros, con el objetivo de entregar a sus miembros (y particularmente a Mario Eduardo Firmenich) a sicarios del Ejército que lo acompañaban para que los asesinaran.

La propuesta de la operación le fue planteada por el luego dictador Leopoldo Galtieri –que era general y jefe del Segundo Cuerpo del Ejército con sede en Rosario–que para convencerlo, insistía en que mientras él y muchos de sus compañeros de lucha estaban detenidos, la alta dirigencia de la agrupación vivía en "cómodas casas" en el exterior.

Además, le ofrecía a cambio la supervivencia de María, en ese momento embarazada de siete meses, y con un hijo de dos años (Sebastián, el "Quinqui") que, tras permanecer en la Quinta de Funes unos días, le fue entregado a los abuelos.

"Vos conmigo tenés un problema, Tucho. Si vas y hacés lo que convinimos, lo que nos juramentamos que tenés que hacer, me van a matar, van a matarnos como a perros a todos los que estamos aquí y no podamos escapar, pero si no lo hacés me perdés para siempre, porque te dejo, te lo juro, nunca más en tu vida me volvés a ver, ¿está claro?", le dijo María a Tucho en la despedida.

Tucho viajó a México y, tal como lo convinieron con María, en vez de concretar la misión encomendada, desenmascaró ante la dirigencia de Montoneros y la prensa local y extranjera el operativo motorizado por Galtieri.

No obstante,  Montoneros lo sometió a un “juicio revolucionario” allí mismo, en México, en el que lo acusó de "traición” y lo degradó cuatro rangos, de mayor a oficial simple, y, casi perdonándole la vida, lo envió a Cuba, desde donde emprendió su regreso a la Argentina, a la que pretendió ingresar a través de la frontera terrestre de Paso de Los Libres (Corrientes), donde fue atrapado y asesinado por fuerzas militares.

Bielsa dejó claro que si bien la situación de la dirigencia de Montoneros no era como pretendía mostrársela Galtieri y no estaban cómodos en el exterior, "la política es estar entre la gente, con el pueblo, y con los necesitados", y "perder ese contacto, es perderlo con la realidad".

"Es entonces cuando las decisiones se distorsionan, y terminan en errores y en tragedia", afirmó Bielsa en tono de sutil crítica pero sin dejar de poner en contexto todos los matices de la situación.

"La reflexión estaría incompleta si no se la pusiera en el marco de lo que fue aquella época, con el exterminio planificado desde el Estado, la tortura, y la apropiación de los hijos" de los militantes secuestrados y asesinados", recalcó.

Bielsa recordó que "hay muy buenos trabajos, incluso escritos por miembros de la propia conducción de Montoneros, como Roberto Cirilo Perdía o Mario Firmenich, que lo han explicado".

"Hoy, para mí, en el libro y en la película, el ámbito es el del arte. Por lo demás, si en nuestro país los que se equivocan deben pagar su error, si alguna generación pagó por sus errores, ésa es la nuestra", subrayó  Bielsa, que dijo estar totalmente identificado con esa, su generación, la  de los '70.

"No todos estuvimos a la altura de la decisión que habíamos tomado, y es precisamente en esos intersticios donde existe un secreto que, aunque en sí mismo no importe demasiado por subjetivo, importa tratar de revelar como producto artístico", concluyó.

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