Los proyectos, de autoría del diputado provincial Miguel Ángel Funes, rechazan taxativamente tanto la decisión de cierre de la empresa por parte del Grupo Clarín, como la violenta represión desatada por las fuerzas de seguridad contra los trabajadores que defienden su fuente de trabajo.
"El día 17 de Enero los trabajadores de la gráfica Artes Gráficas Rioplatense del grupo Clarín, que se encontraban en su lugar de trabajo desarrollado un paro por tiempo indeterminado en defensa de sus puestos y condiciones de trabajo, fueron salvajemente reprimidos por integrantes de las fuerzas de seguridad.
La represión se desató cuando la Policía Federal intentó colocar un vallado para separar a los trabajadores que están en el interior del predio de quienes los acompañan en la vereda - en su gran mayoría familiares – quienes también fueron victimas del actuar represivo e injustificado.
Uno de los heridos fue el delegado Ezequiel Gatti, que recibió dos perdigones en la cabeza y otro en la espalda. Los trabajadores manifestaron que la planta “está rodeada” además por personal de Gendarmería Nacional, patrulleros y carros de infantería.
Resulta evidente que la medida tomada por la empresa es intempestiva y daña el sustento de 380 familias que se ven afectadas de forma directa y que, a su vez, afecta de forma indirecta otros tantos puestos de trabajo de proveedores y distribuidoras asociadas a sus productos.
Asimismo, no resulta sorpresiva la decisión política de reprimir a trabajadores. Este actuar deliberado se viene repitiendo sistemáticamente desde el 10 de diciembre de 2015 y forma parte de un plan represivo contra cualquier atisbo de lucha ante la vulneración de derechos laborales, propia del contexto económico de ajuste que impera en el país.
Cabe recordar que la imprenta pertenece al mismo grupo empresarial que quintuplico su pauta publicitaria en el último año, y que permanentemente desde sus medios editorializa sobre las virtudes de las medidas económicas del Gobierno nacional.
Sería ingenuo no vislumbrar la “necesidad represiva y ejemplificadora” y el despliegue de una desmedida cantidad de agentes de las fuerzas de seguridad, quienes además han vallado los ingresos a la planta.
Por otra parte, merece destacarse la impunidad mediática con que estos hechos represivos se ocultan a la sociedad, circunstancia que evidencia la alianza de los grandes conglomerados de medios con la gestión de Macri, a quien garantizan, de forma “asociada”, la posibilidad de continuar utilizando a los trabajadores como variable de ajuste, como sucedió en las épocas mas oscuras de nuestro país" dice el primero de los proyectos presentados por Funes en sus considerandos.
El mismo finaliza señalando que desde la Cámara se manifiesta "nuestro rechazo y preocupación ante el cierre de la planta de Artes Gráficas Rioplatenses - AGR - ubicada en Pompeya, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el riesgo de despidos de 380 trabajadores gráficos de la misma. Como así también manifestar nuestra preocupación por la presencia amenazante de efectivos de la Gendarmería Nacional en la entrada e inmediaciones de este establecimiento gráfico cuando se desarrolla una medida de fuerza por parte de los trabajadores agremiados a la Federación Gráfica Bonaerense en defensa de sus puestos de trabajo."
En tanto el segundo proyecto presentado por el legislador manifiesta que "En la mañana del día lunes 16 de Enero los trabajadores de la gráfica Artes Gráficas Rioplatense, del grupo Clarín, ubicada en el barrio de Pompeya, se disponían a entrar a trabajar cuando se encontraron con un cartel de la empresa donde anunciaba la decisión de cerrar la planta.
Artes Gráficas Rioplatense, es según la presenta su grupo empresario controlador, Arte Gráfico Editorial Argentino (AGEA - Grupo Clarín) "La planta impresora de mayor capacidad del país, más de la mitad de la producción de AGR se destina a clientes externos o se exporta.". Esta presentación no impide que hoy el mismo grupo empresario aduce una crisis, que implicaría el cierre de la planta, sin ofrecer demasiadas explicaciones de las causales de esta terrible decisión.
La medida que toma la empresa es intempestiva y daña la continuidad de 380 trabajadores, a su vez, de forma indirecta afectará otros tantos puestos de trabajo de proveedores y distribuidoras asociadas a sus productos.
Cabe advertir que no es la primera vez que este grupo empresario vulnera los derechos de sus trabajadores, en otras oportunidades en contextos económicos similares de liberalización económica y de supresión de aranceles importadores este mismo grupo editorial adoptó medidas semejantes previo a decidir importar gran parte del material que edita.
La empresa a través de un comunicado señaló que esta decisión se tomó por: "la necesidad de reestructurar sus actividades, enfocándose en sus segmentos de impresiones digitales variables, distribución y logística, y discontinuando una parte de su sector de impresiones masivas".
También responsabilizó a la comisión interna de delegados por llegar a esta situación extrema. Para explicar esto, enumeró distintas situaciones. "El rechazo total a un plan de retiros voluntarios que permitiera adecuar el tamaño del taller a las nuevas demandas" y "la negativa a que los operarios pudieran ser reasignados a un sector o máquina diferente".
En definitiva vuelve a imperar el argumento de que la crisis es producto de los trabajadores, como en su momento lo advirtiera el ahora ex Ministro de Economía Alfonso Prat Gay. Tengamos en cuenta que esta imprenta pertenece al mismo grupo que quintuplico su pauta publicitaria en el último año, y que permanentemente desde sus medios editorializa sobre las virtudes de las medidas económicas del gobierno nacional. Quizás en este punto encontremos la justificación a la presencia de una gran cantidad de efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería que han vallado prácticamente los ingresos a la planta.
Tanto las medidas previas, como la decisión del cierre fueron denunciados públicamente por la Federación Grafica Bonaerense, gremio que representa a estos trabajadores;"Se trata evidentemente de una maniobra que busca quebrar la organización de la planta para imponer el ajuste que al amparo de la política oficial ya ha avanzado en otros sectores del gremio, eso ocurre mientras Clarín es el grupo mediático más beneficiado por el gobierno de Mauricio Macri."
Los trabajadores de AGR-CLARÍN se encuentran en este momento en su lugar de trabajo desarrollado un paro por tiempo indeterminado en defensa de sus puestos y condiciones de trabajo. Mientras en la puerta se está desenvolviendo un desproporcionado aparato represivo de la policía federal, Gendarmería y personal de seguridad privada. En este conflicto la comisión interna, como la Federación Gráfica recibieron el apoyo de otros gremios, de organizaciones sociales, referentes político y organismos de los DD.HH. Por su naturaleza, por lo injustificado de la medida empresarial y principalmente por el antecedente que pretenden implantar con este cierre es menester de esta cámara legislativa expresar su preocupación y repudio."
