A pesar de haber logrado en menos de dos meses el negativo récord de extensas demoras en las salidas, valijas que viajaron en camión y llegaron muy tarde a destino, casi 180 cancelaciones de último momento con pasajeros sorprendidos y varados en aeropuertos y, el último hito, haber reprogramado 72 vuelos que ya tenían pasajes vendidos sin fecha definida, Flybondi sigue teniendo fuerte apoyo del Gobierno: el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, defendió con frases insólitas a la low cost vinculada a Mario Quintana, el vicejefe de Gabinete.
La intención de Dietrich fue ir a la Cámara de Diputados a defender uno de los proyectos parche para sustituir el megadecreto, es decir la habilitación de los cuestionados bitrenes, pero terminó a los gritos con la oposición por la accidentada operación de Flybondi.
El diputado rionegrino Martín Doñate, del FpV-PJ, reseñó los incidentes de la low cost, como haber aterrizado antes en su vuelo inaugural, y pidió precisiones sobre el plan de negocios de la compañía "que no tiene ni teléfono ni oficina comercial".
"El piloto tenía baja visibilidad y volvió a Ezeiza. El transporte aéreo es el más seguro de Argentina, porque los pilotos actúan así", defendió Dietrich, voluntarioso militante de la operación de la empresa en las redes sociales públicas del Ministerio de Transporte.
La línea low cost vinculada a Quintana y por la que ya está imputado en la justicia, opera desde el 23 de enero desde la aerobase de El Palomar con graves problemas logísticos, que lo obligaron a suspender vuelos y cambiar frecuencias. De hecho se supo que en sus primeros veinte días de operación en El Palomar, 156 vuelos quedaron afectados por cancelaciones, demoras o cambios de aeropuerto, complicando al menos a 10 mil pasajeros.
Le preguntó si sus dos aviones tenían hasta 20 años de antigüedad y fueron adquiridos a la tailandesa Nok Air, "de las peores compañías del mundo".
"Usted le entregó 80 rutas y el plan dice que habrá mucha inversión en infraestructura y 30 millones de dólares para el aeropuerto de El Palomar, que se financió con fondos de Aeropuertos 2000 y el Estado", acusó con dureza.
También le recordó los cuestionamientos previos y de distintos sectores hacia la posibilidad de operar en El Palomar, cosa que el Gobierno desoyó y luego de una dura batalla judicial logró habilitar de apuro el aeropuerto para que opere la aerolínea que tiene entre sus accionistas al francés Ricard Gluzman, socio de Quintana en su fondo Pegasus.
"Seguro que usted no va a ser usuario de Flybondi", bromeó Dietrich y eligió algunas preguntas para responder y otras para dejar afuera. En esa línea, agregó: "Los aviones se compran después que se conceden las rutas, porque si no hay rutas no se compran".
Se negó a hablar del plan de negocios y delegó en Tomás Insausti, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), los detalles de los dos aviones de la low cost. "Tienen 3 aviones Boeing 737, el más utilizado del mundo. Gol tiene 120, el total de su flota", dijo el funcionario.
Juan Cabandié, por su parte, tomó el tema de las low cost pero lo llevó hacia la venta de MacAir, la empresa del Grupo Macri a Avianca Holding, que ya empezó a operar desde el interior con aviones turbohélices.
"Es un acuerdo entre privados. Si mañana viene una empresa y compra otra línea área yo no puedo hacer nada", se defendió el ministro. Y agregó, como dato no vinculado a la operación mencionada: "Pero MacAir tiene 30 años en el mercado y Avianca es una de las más grandes".
