Una de las zonas más populares de la ciudad capital de Guatemala vive en constante zozobra por las amenazas que todos los días les hacen los pandilleros no se paga la extorsión ahora arremeten contra maestros y estudiantes.
El padre de cada alumno debe pagar un quetzal por alumno para que no se les hagan daño y los maestros 10 veces esa cantidad. De esa cuenta el ministro de Educación autorizó la suspensión de clases en algunas escuelas y el traslado de alumnos a otras.
El Ejército de Guatemala y refuerzos policiales fueron remitidos a una de las zonas más pobladas del centro de la Ciudad de Guatemala, para tratar de contrarrestar el avance del crimen. Algunos mercados cerraron y los buses del transporte público suspendieron el servicio debido a que la pandemia de las extorsiones ha llegado a límites sin precedentes.
La Policía dice que ya capturaron a varios pandilleros del sector.
Las pandillas han cooptado zonas que por su ubicación son propicias para delinquir, a pesar de los esfuerzos de las autoridades se refuerzan reclutando menores y mujeres a quienes utilizan para recoger el producto de las extorsiones bajo amenazas de muerte.
Otra de las salidas que le quedan al ministro es que los niños estudien con planes de formación a distancia.
Organizaciones civiles han denunciado que la mayor parte de las llamadas extorsivas emana de las cárceles del país, en donde se supone la señal para telefonía celular se suprimió por medio de antenas bloqueadoras pero después de 8 años sigue sin ser eficaz.
De acuerdo a fuentes oficiales ya suman 14 denuncias formales de directores de centros educativos que han sido amenazados de muerte si no se cumple con el pago de las extorsiones a las pandillas.
*Por Miguel Salay, HispanTV, Guatemala
