Durante los actos de protesta en apoyo a los prisioneros en huelga de hambre, se desencadenaron choques entre las fuerzas del régimen israelí y los manifestantes palestinos. Los asistentes a las protestas, que se realizaron tanto en la Franja de Gaza como en Cisjordania, pidieron a todo el mundo solidarizarse con los huelguistas.
En Cisjordania, también se llevó a cabo una huelga general para respaldar a los presos. Este paro provocó el cierre de escuelas, universidades, tiendas y medios de transporte.
Mientras tanto, las autoridades palestinas informan que un grupo de huelguistas ha empezado a rechazar la ingesta de agua y ha sido colocado en aislamiento en la cárcel de la ciudad de Ramalá, en Cisjordania. Consideran que la huelga es una alarma seria para atraer la atención de la comunidad internacional.
La huelga, bajo el lema “libertad y dignidad”, critica el trato brutal e inhumano que reciben los presos palestinos por parte del régimen de Tel Aviv, que está decidido a no negociar con los presos.
El Comité Palestino de Asuntos de Prisioneros Palestinos anunció este mismo mes que desde 1948, ha habido un millón de detenidos por las fuerzas israelíes, y dijo que 210 de ellos murieron como resultado de los “exterminios extrajudiciales” o por “negligencia deliberada bajo tortura”.
