En el discurso de clausura de la conferencia anual del Partido Laborista, que se celebró en Brigthon, al sur de Inglaterra, el líder del partido, Jeremy Corbyn, admitió que en las elecciones generales del pasado 8 de junio su formación estuvo cerca de la victoria, pero dejó en claro que el partido estaba en el "umbral del poder".
En un discurso que duró más de 75 minutos, insistió que su formación está preparada para gobernar e instó al gobierno de Theresa May a que les deje paso en el gobierno para poder negociar el Brexit. No obstante, celebró la convocatoria de May para un período de transición de dos años después de que Gran Bretaña abandone la Unión Europea (UE) en marzo de 2019.
También lamentó la gestión del gobierno sobre la salida de la Unión Europea (UE) y mostró un cambio importante en la política de Brexit del partido, al asegurar que los laboristas "garantizarían el libre acceso al mercado único". Corbyn acusó al Partido Conservador que lidera la primera ministra, de estar dividido y de anteponer sus intereses antes que los del país.
