Marcelo Boeykens (de la querella de Clarisa Sobko), Lucía Tejera (de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación) y Sofía Uranga (de Hijos Paraná) coincidieron en considerar probada la responsabilidad de Capellino en los delitos imputados, cometidos en el ámbito del II Cuerpo de Ejército, Subzona 22, es decir, en Paraná.
En la época jefe de Clínica Médica del Hospital Militar de Paraná, el acusado fue “parte de un engranaje represivo indispensable desde donde se llevaron a cabo las privaciones ilegales de la libertad, los tormentos, las muertes y las desapariciones”, señalaron.
El teniente primero médico Capellino llegó a Paraná en 1974 y entre 1976 y 1977 se desempeñó como jefe de Clínica Médica del Hospital Militar.
Está procesado bajo la acusación de "legalizar" tres homicidios y de "controlar" la salud de los presos políticos desaparecidos Juan Alberto Osuna, Carlos Fernández y Pedro Sobko durante las sesiones de tortura a las que eran sometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en el Batallón deComunicaciones del Ejército en Paraná.
También pesa sobre el médico represor la responsabilidad de haber permitido vejaciones cometidas contra Sergio Gustavo Hennekens, detenido ilegalmente en Paraná el 27 de febrero de 1977 y trasladado a una playa de estacionamiento donde lo torturaron y le dispararon cinco balazos.
Luego lo llevaron en ambulancia al Hospital San Martín, donde fue operado de urgencia y finalmente trasladado al Hospital Militar, donde quedó alojado en la Guardia Médica, atado a una cama, con cadenas en los pies y las manos.
Hennekens fue sometido a un consejo de guerra que lo condenó a 15 años de prisión que pasó en diversas cárceles del país hasta que recuperó la libertad en 1983.
Pedro Miguel Sobko era militante del PRT-ERP, fue secuestrado el 2 de mayo de 1977, baleado al intentar escapar del baúl del automóvil en que lo llevaban y falleció desangrado en el Hospital Militar.
En el caso de Sobko, se le imputa a Capellino haber firmado el certificado de defunción de un "NN masculino" por "anemia aguda" debido a una herida de bala causada por un "accidente" que esa versión del médico represor no especificó.
Carlos Alberto Osuna y Carlos José María Fernández fueron asesinados en la llamada Masacre de La Tapera el 25 de septiembre de 1976 e inhumados como "NN" en el cementerio municipal de Paraná.
Detenido desde el 18 de septiembre de 2012, Capellino está en prisión domiciliaria desde 2014 y se estima que su caso llegará a sentencia antes de fin de año.
Querella y fiscalía formularon los pedidos de pena por escrito dado que la causa se tramita por el antiguo y ya derogado Código de Procedimientos en Materia Penal, como en otros expedientes por crímenes de lesa humanidad investigados en Entre Ríos.
