El director de la FRA, Michael O'Flaherty, advirtió en un comunicado la importancia de contar con mayor cantidad de registros de información fidedigna y estadísticas para obtener buenos resultados en esa lucha.
Los delitos de odio representan una manifestación de intolerancia y discriminación, basada en la raza, el sexo, el lenguaje, la religión, la creencia, el origen nacional o social, la orientación sexual, la discapacidad u otras materias similares, según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
Las encuestas sobre victimización de la FRA alertan del acoso por motivos de odio que sufren muchos grupos en toda Europa, como los inmigrantes y las minorías. Sin embargo, especialistas aseguran que este problema aún esta invisibilizado.
La Agencia recomienda a los Estados miembros de la UE recopilar datos específicos sobre los motivos que desencadenan delitos de odio, realizar encuestas periódicas, así como reforzar la cooperación entre la sociedad civil y los cuerpos de seguridad, entre otras medidas.
Un informe de la FRA insiste también en que las autoridades y fuerzas del orden deben garantizar una cultura más tolerante en todos los niveles de servicios nacionales para la atención y protección a las posibles víctimas de estos delitos.
La OSCE brinda a los Estados miembros recomendaciones, herramientas y programas para realizar un mejor trabajo en el enfrentamiento de delitos de odio.
Por su parte, la Agencia de los Derechos Fundamentales proporciona asesoramiento a los responsables de la toma de decisiones nacionales y de la UE para la creación de debates, políticas y legislación en torno al tema.
