El pasado 10 de marzo el Secretario General de la CTA Autónoma Pablo Micheli en conjunto con Héctor Polino de la Asociación “Consumidores Libres” y el doctor Eugenio Semino de la Defensoría de la tercera Edad, firmaron una declaración donde convocaron a un boicot llamado “#SúperVacíos” para el próximo 7 de abril.
En la misma, quedó explícito que el hecho de no comprar nada a las grandes cadenas de supermercados por un día es un fuerte mensaje del ciudadano para denunciar a los formadores de precios por un lado, pero al mismo tiempo, de exigir al gobierno nacional que implemente políticas activas en contra de la inflación.
“El querer ser protagonistas del debate en torno a la Inflación creciente que sufre nuestro pueblo es el principal motivo para impulsar esta iniciativa. Estamos convencidos de que mediante esta herramienta podemos ser los trabajadores y la ciudadanía en general quienes, de manera pacífica y elocuente, manifestemos nuestro rechazo a esta política económica, afirmó Micheli al respecto.
En la misma línea, el líder de la CTA-A se refirió a la campaña haciendo hincapié en el hecho de que este tema, como tantos otros que afectan a diario al pueblo en general, se dividen engañosamente en dos voces que dicen expresar posturas diferentes sin dar lugar a otras posturas: “Introducirnos en el debate de la problemática de la inflación no es una tarea sencilla debido a que existen otros sectores que intentan darle una explicación o justificación sesgada por sus intereses políticos.
Por un lado, tenemos al gobierno de Mauricio Macri que plantea que la inflación es una herencia del gobierno anterior; por el otro, está el Kirchnerismo que por haber negado la inflación e intervenir el INDEC durante su gestión, está imposibilitado de dar un debate público con credibilidad. Esta falsa dicotomía deja afuera a muchas voces y sectores de nuestra sociedad”.
Sin embargo, Pablo Micheli señaló que existe otra disputa en torno a cuál es la manera de frenar la inflación. “El Gobierno Nacional sostiene que se debe ajustar más y deprimir el consumo. Sin embargo, nosotros mantenemos que el camino a seguir es que el Estado intervenga en la cadena de valor controlando y sancionando a los formadores de precios, que aprovechan su posición de privilegio para quedarse con el salario del pueblo trabajador. Si el Estado no interviene, el mercado se devora a la sociedad”.
