Los hermanos Abdul-Karim y Ahmed Abu-Rammouze han sufrido este robo, uno más de los que cometen los israelíes cuando inspeccionan las casas de los palestinos, según informó el jueves el sitio web Middle East Monitor.
A menudo, las autoridades alegan que “confiscan” los fondos encontrados en las viviendas palestinas porque provienen de fuentes desconocidas y destinados a “apoyar actos de terror”.
Israel realiza estos robos en el marco de su política de allanamientos nocturnos, la cual ha recibido la condena de organismos de derechos internacionales, ya que provoca inseguridad a los palestinos en sus propios hogares.
Soldados israelíes fuertemente armados, a menudo con perros, invaden regularmente los hogares de los palestinos, despiertan a los niños y arrestan a uno o más de ellos. Además, hay cientos de menores de edad palestinos encarcelados que, de acuerdo a informes, son objeto de diversos tipos de torturas.
En 1967, los israelíes se hicieron con el control de una gran parte de los territorios árabes y palestinos durante la Guerra de los Seis Días. Esta ocupación causó indignación entre los palestinos que veían cómo saqueaban sus tierras y violaban su integridad territorial.
Las brutalidades israelíes se producen en momentos de alta tensión a lo largo de los territorios palestinos a de cara a la próxima inauguración de la nueva embajada de Estados Unidos en la ciudad de Al-Quds (Jerusalén), luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, reconociera, el pasado 6 de diciembre, a dicha ciudad ocupada palestina como la capital del régimen israelí.
