Se ha celebrado segundo día de protestas en contra del presidente estadounidense, Donald Trump, con motivo de su visita al Reino Unido, y la jornada de este jueves parecía terminar en un tono positivo, tras la cena de gala en el Palacio de Blenheim, hacia las 11 de la noche el diario The Sun publicaba una entrevista en exclusiva con el mandatario norteamericano.
En declaraciones a citado medio, Trump criticaba abiertamente el plan de la primera ministra británica, Theresa May, para el Brexit, el cual limitaba las posibilidades de un acuerdo comercial con Estados Unidos, y añadía que el ex ministro de Exteriores del Reino Unido, Boris Johnson, quien ha dimitido recientemente, sería un buen primer ministro.
Sin embargo, tras la reunión en la casa de campo de la primera ministra, donde hablaron de comercio y colaboración militar, Trump cambió el tono.
Por la tarde, tras tomar el té con la reina Isabel II, Trump y Melania ponían rumbo a Escocia, donde pasarán lo que resta de fin de semana en su campo de golf privado, alejado de las protestas multitudinarias que han marcado su visita.
La movilización de Londres, con números por encima de las 100 000 personas, estuvo marcada por el globo gigante del “bebé Trump”, flotando por encima de la Plaza de Trafalgar. Entre los asistentes, personas de toda condición, orientación política y procedencia, unidos contra aquello que representa el presidente norteamericano.
En menos de 48 horas, el presidente Trump ha conseguido faltar al respeto a su anfitriona, Theresa May, ninguneando su proyecto de Brexit y reduciendo sus posibilidades de un acuerdo comercial con Estados Unidos.
Sin embargo, Trump ha tenido tiempo de afirmar que su relación con May es excelente y que los británicos le quieren por sus políticas migratorias. Aun así, el autoproclamado “genio estable” no se ha acercado por la capital británica, donde más de cien mil personas le han dicho alto y claro: “no eres bienvenido”.
HTV
