¿Se estaba refiriendo a su propio gobierno y al FMI? Para nada. Volvió a defender su política económica: “Estamos en el rumbo correcto, vamos a avanzar contra viento y marea”, sostuvo, y agregó: “hoy tenemos claro cuál es el rumbo”. Vinculó a los piquetes y los juicios laborales con comportamientos mafiosos.
Ese mismo día Javier Iguacel, el nuevo Ministro de Energía, confirmaba a las petroleras que los precios de las naftas y el gasoil son libres. La voracidad no tardó ni 24 horas en aparecer. YPF subió el valor de los combustibles el 1%, el segundo incremento de la semana, ya que habían registrado un ajuste del 5% el 1º de julio.
No obstante, para la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines (Fecac), el atraso de los precios de los combustibles es de 23,4% en la nafta súper y de 25,4% en la premium. Es lo que deberían aumentar para equiparar la situación con épocas anteriores, afirman.
El costo del litro de nafta premium ya alcanzó los 43,50 pesos en localidades del interior del país, ampliándose así la dispersión de precios y la brecha con los valores registrados en la Ciudad de Buenos Aires como consecuencia de la liberación del mercado de combustibles.
En la Carta de intención al FMI se ratifica que la meta fiscal primaria de este año es del 2,7% del PBI, y del 1,3% para 2019. Para alcanzar esos objetivos se comprometen nuevas reducciones de los subsidios a la energía y el transporte, racionalizar el empleo público, disminuir compras de bienes y servicios y transferencias a provincias, posponer proyectos de obra pública y vender activos del Fondo de Garantía y Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS para financiar jubilaciones.
En el texto enviado al FMI se dice: “durante los primeros 5 meses de 2018 logramos reducir el déficit primario en un 40% con ingresos creciendo 5 puntos porcentuales más que los gastos”.
En contrapartida, los intereses representaron un 0,9% del PBI. Es decir, que la baja de 0,4 puntos del gasto primario quedó compensada por más del doble de alza por el pago de los intereses de la deuda.
¿Dónde se produjeron las bajas más significativas del gasto primario en términos reales? Las transferencias a las provincias descendieron un 23,4% con relación a enero-mayo de 2017. Los subsidios cayeron un 28%, y cumplen el rol de ser el principal componente que explica la baja. Léase: tarifazos. Y los salarios cayeron un 5%.
Por el lado de los gastos de capital las bajas más pronunciadas en mayo se verificaron en la obra pública relacionada a vivienda (-46,1%), transporte (-37,2%) y agua potable y alcantarillado (-26,5%), acumulando a lo largo del año una caída del 37,1% real interanual.
Según el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, el pago de intereses alcanzará 2,5% del PBI este año, por lo que la reducción del gasto primario afectará la provisión de bienes públicos mientras que se seguirán yendo recursos por el lado financiero.
No obstante, confía en que la economía crecerá 1,4% este año, discrepando con analistas privados que avizoran un horizonte recesivo. Aunque en el primer trimestre del año el PBI creció 3,6%, el segundo y el tercero serán negativos. En el cuarto algunos ven chances de recuperación en la línea que prevé el Gobierno, otros no.
Desde la consultora EcoGo, Marina Dal Poggetto anticipa que “en el segundo trimestre esperamos un desplome en el nivel de actividad, peor que en el segundo trimestre de 2016. El segundo trimestre va a estar 2 puntos y pico abajo del primero y el tercero todavía caerá contra el segundo. La pregunta es si en el cuarto se estabiliza. Nosotros nos manejamos con dos escenarios: en uno, la economía cae 0,4%. En el otro hay una recuperación en el cuarto trimestre y el PBI termina en 0%”.
Según el economista Agustín D’Attelis, director de Agora Consultores, “vamos a terminar el año con una clara estanflación, con una inflación en torno al 35% pero que puede seguir subiendo de acuerdo a lo que pase con el dólar en los próximos días”.
“El año que viene tenés a favor la cosecha y hay que ver en qué medida el Gobierno accede al crédito. Esta recesión es muy pronunciada. Para 2019 hay una inconsistencia entre la dinámica de transitar un sendero de desinflación y la meta de reducción fiscal. Con la cosecha se puede crecer el 1%, pero si no se recobra el acceso al crédito, el PBI seguirá cayendo. No se sabe hasta dónde llegará este stop y cuál será la magnitud de la corrección”, concluye Dal Poggetto.
Mientras tanto, Clarín del 28 de junio publicó que los activos de los argentinos en el exterior son U$S 276.449 millones, según publicó el Indec. Subieron U%S 33.404 millones en un año (este año necesitamos financiar deuda en el mercado internacional por U$S 30.000 millones). Un aumento de U$S 45.000 millones desde diciembre del 2015. Respecto del 2008 más de U$S 120.000 millones.
El aumento de los activos fuera del sistema y del país no se modificó por el blanqueo de U$S 116.800 millones porque el grueso no fue repatriado y quedó en los bancos y entidades financieras del exterior. Incluso de gran parte de los funcionarios del Gobierno.
Al respecto, más de 6.000 funcionarios de segunda línea de Cambiemos omitieron informar su patrimonio pasado casi un año de la fecha límite para hacerlo, como obliga la Ley de ética pública.
Por Mario Hernández
