Maassen hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa en el marco de la jornada que la BfV realiza sobre yihadismo, donde matizó que esa oficina no vigila comunidades religiosas de forma genérica sino a "personas concretas sobre las que se tienen fundadas sospechas" que asisten a esas casa de oración.
La inteligencia alemana vigila a "extremistas e islamistas" sobre los que los servicios secretos tienen indicios de que juegan un "papel significativo" en el entorno radical, insistió Maassen citado por la agencia de noticias DPA.
Según el funcionario, tras una fuerte suba en los últimos meses, tienen registrados en la actualidad a unos 8.650 salafistas, o musulmanes seguidores de una versión muy extremista de su religión, que defienden el uso de la violencia o mantienen un postura ambigua ante su empleo.
"Estamos convencidos de que el EI quiere atacar a Alemania y a sus intereses", dijo Maassen , quien advirtió que Libia "puede suponer para Europa un riesgo similar al que representa Siria"
La estimación de la BfV es que al menos 800 ciudadanos alemanes viajaron en los últimos años a Siria e Irak con el objetivo de unirse a las filas del grupo islamista radical EI, milicia al que Maassen calificó de "un reto significativamente mayor" que el que supuso Al Qaeda, una amenaza "cualitativamente distinta".
La Oficina Federal para la Protección de la Constitución, en alemán Bundesamt für Verfassungsschutz (BfV), que depende del Ministerio del Interior, es una agencia de inteligencia policial del gobierno federal alemán abocada a asuntos de inteligencia e investigaciones concernientes al ámbito doméstico germano.
"Estamos convencidos de que el EI quiere atacar a Alemania y a sus intereses", agregó el presidente del BfV, quien también advirtió que Libia "puede suponer para Europa un riesgo similar al que representa Siria" en muy poco tiempo, dada la situación de inestabilidad del país norteafricano y el auge del EI en la zona.
También abogó por una "estrecha colaboración" entre los servicios secretos de los países de la UE y Estados Unidos, lo que, a su juicio, es la única forma de combatir de forma efectiva y derrotar al EI.
Los dichos de Maassen se producen en momentos de creciente preocupación estatal por la ola de xenofobia y anti islamismo que se expande en el país
"No podemos afrontar en términos nacionales el peligro del terrorismo global, necesitamos afrontarlo con una red internacional", afirmó tras recordar los últimos atentados yihadistas en Europa, como los de París y Bruselas.
Los dichos de Maassen se producen en momentos de creciente preocupación estatal por la ola de xenofobia y anti islamismo que se expande en el país y por las críticas a la política migratoria de la canciller Angela Merkel.
El sábado, cerca de 2000 miembros del partido populista de derecha Alternativa para Alemania (AfD) acordaron un programa de base para las elecciones generales de 2017 con medidas de corte claramente islamófobo y anti inmigración.
El texto incluye frases como "el islam no forma parte de Alemania" o "cultura común alemana en lugar de multiculturalismo" y expresa un explícito rechazo a los minaretes (las torres de las mezquitas) como "símbolo de dominio musulmán", y pide prohibir el velo islámico en las escuelas.
