Con la presencia del Dr. Victor Penchaszadeh, fundador del Banco Nacional de Datos Genéticos y coautor del índice de Abuelidad, del Dr. Leonardo Despouy, legendario luchador por los DDHH, primer denunciante ante la ONU de los crímenes de la triple A, del director de la película La Parte por el todo, de la biografa de Rosa Rosinblit, de su nieto Guillermo, de las más altas autoridades de la Ungs y de 500 pibes de secundarios y de Centros Culturales (la Providencia entre otros), fue recibida, agasajada y nombrada visitante ilustre la Abuela Rosa, que con sus 96 años y algún achaque a cuestas tuvo la fortaleza y la alegría para hacerse presente, leer unas palabras "serias" y luego improvisar un discurso informal dirigido especialmente a los pibes, y donde nos dejó a todos en claro quien es y por qué.
En un momento, mientras las autoridades daban discursos alabando su persona, tuvo el gesto de interrumpir, pedir el micrófono y aclarar: "Yo no soy ninguna heroína, los héroes fueron nuestros hijos, que creyeron en un mundo mejor, que lucharon por eso y entregaron sus vidas. Nosotras hicimos todo lo que pudimos por el amor a ellos y porque nos juntamos, nada más". Después devolvió el micrófono y le fijo a Martín Mastorakis, "ahora segui". Cosa imposible por los aplausos y por la propia emoción de Martín.
Terminada la ceremonia hubo tiempo para que los chicos se hicieran selfis y la saludaran. Yo, que fui el ultimo, recibí la confesión: "Me llevo 500 besos hoy de acá".
Como todo lo organizado por Memoria y Territorio de la Ungs, tuvo el sello de excelencia académica y logística. Y como no podía ser de otra manera de excelencia en la inclusión.
