La Municipalidad de La Plata realizó operativos de control simultáneos en 7 de 46 a 54 y en las calles 8 y 12 desde 54 a 60, con los que se levantaron 20 puestos, con lo que ya son más de 80 los vendedores ilegales desalojados en los últimos dos meses.
Desde el Ejecutivo que dirige Julio Garro precisaron que "el objetivo fue controlar la ocupación de la vía pública, la actividad comercial desleal y brindar respuestas a los reclamos de vecinos y comerciantes afectados", por lo que el Municipio "continúa con los operativos para erradicar la venta ambulante en distintos puntos de la ciudad".
En el último operativo, inspectores de la Subsecretaría de Convivencia y Control Ciudadano, con el apoyo de la Policía Local, levantaron entre otros, puestos de venta de choripanes, lentes, CD’s, indumentaria, juguetes, relojes y bijouterie, informaron a través de un comunicado.
En ese sentido, el titular del área, Roberto Di Grazia, sostuvo: “La Ordenanza Municipal Nº 6147 regula la actividad comercial y prohíbe la venta ambulante, por lo tanto es nuestra obligación erradicarla de la ciudad, como cualquier otra modalidad ilegal”.
Asimismo, desde la comuna se detalló que la venta ambulante vulnera la ley 11.723, (de Propiedad Intelectual); la 22.362, de Patentes y Marcas; la 22.415, de Contrabando y la 24.769 (Régimen Penal Tributario), dictadas por el Congreso.
Además, durante los controles, los inspectores exigen el cumplimiento de los artículos 129, 132 y 133 de la Ordenanza Municipal Nº 6147/85, vinculados a la obstrucción y comercialización en la vía pública, y toman como medida cautelar el “decomiso”, establecido en los artículos 21 y 373 de la misma norma.
Según se informó, durante los operativos se registraron graves incidentes debido a que los vendedores se negaban a retirarse.
“Uno de los manteros amenazó a los inspectores con un arma blanca”, relató Di Grazia, y añadió que “ante la intervención de la policía, el sujeto fue reducido y trasladado a la Comisaría 9ª”.
El funcionario remarcó que “junto al intendente Julio Garro nos propusimos terminar con esta problemática que perjudica a los comerciantes que pagan alquiler, impuestos, sueldos de empleados y cargas sociales, además de ocupar los espacios públicos, dificultando el paso de los transeúntes”.
