“Necesitamos tener una movilización social mucho más amplia y un instrumento político que es IU, muy vinculado a estos procesos”, declaró Garzón ante los periodistas en la sede de su partido, recordando que “para lograr las conquistas sociales no se pide permiso”.
En este contexto pidió a los españoles que se movilicen en defensa de los derechos sociales: la sanidad pública, la educación pública o los derechos laborales, ya que, añadió, el Partido Popular (PP) —al que pertenece Rajoy– ha dejado claro que no cambiará su política económica.
Tras recordar que las políticas del PP durante el primer mandato de Rajoy asolaron la vida de los ciudadanos españoles, denunció los 5000 millones de euros de recortes anunciados ya por el PP, una cantidad de dinero que, a su juicio, “se quedará pequeña porque el PP nunca reconoce su magnitud real”.
Según Garzón, los recortes impuestos por el Gobierno de Rajoy en los últimos años apuntaban a la sanidad, la educación y los servicios públicos, y el dinero público se destinó, sin embargo, a “salvar aeropuertos sin aviones, autopistas sin coches y bancos sin dinero”.
"El Gobierno de Rajoy podría durar un año, dos o incluso los cuatro, porque el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) está desnortado con contradicciones muy grandes", y si no las resuelven el PP se va a aprovechar, pues quiere estar los 4 años, arremetió Garzón, advirtiendo de que la única alternativa posible es que los españoles defiendan las conquistas sociales “en la calle”.
Garzón dijo el sábado que durante los próximos años habrá un Gobierno de Mariano Rajoy que se basará en un “chantaje permanente” hacia Ciudadanos y el PSOE, las formaciones políticas que facilitaron la llegada de Rajoy y del PP al poder: Ciudadanos con su voto a favor y el PSOE con la abstención de la mayoría de sus diputados.
Después de que el líder ‘popular’ fuera reinvestido como presidente del Gobierno español el 29 del mes pasado, Rajoy presentó los ministros de su Gabinete, pero la lista ha sido criticada tanto por Ciudadanos, como Podemos y el PSOE, que, de hecho, denuncia que se trata de “un Gobierno en contra del diálogo” a pesar de estar en minoría.
