De esa situación, que lxs vecinxs describieron como el resultado de un robo, fallece Abel Coria, cuando Brisa intentaba defenderse frente a la mirada estupefacta de su madre y su tía.
Brisa en ningún momento manifestó haber sido robada o asaltada, sino que estos fueron rumores esparcidos por el amarillismo de los medios hegemónicos, que ahora ponen en duda el verdadero relato de Brisa. Una joven que padeció la brutal violencia machista desde el inicio de la relación, y que una situación límite la llevó a tomar una extrema medida de defensa, que ahora los medios, lxs familiares y amigxs del agresor fallecido y hasta lxs policías relatan como el resultado de la conducta de una mujer “alterada”.
La legítima defensa de las mujeres frente a la agresión machista siempre es relatada de manera descalificante por los detentores de este sistema patriarcal que continúan apañando las conductas violentas de los varones que se creen dueños de los cuerpos de las mujeres.
En nuestro país, la violencia machista es una realidad social grave que se lleva la vida de una mujer cada 28 hsoras, se estima que más del 70% de los hechos de violencia de género no se denuncian hasta que suceden hechos extremos. El vivido por Brisa, es uno de ellos.
El miércoles 30 de noviembre, en la ciudad de Villa Mercedes, familiares marcharon para que a Brisa le permitan esperar el juicio en su casa y, además, exigen el inmediato cambio de carátula, que ahora es “homicidio agravado por vínculo de pareja”.
Para conocer la situación por la que atraviesa Brisa desde el 13 de noviembre, día en que sucedió el hecho que la mantiene presa en el penal de Villa Mercedes, dialogamos con su mamá, Mónica, quien expresó que su “hija no está bien en el penal. No le dan ayuda piscológica, le iban a dar eso y no se lo dieron”.
*Por La Bulla Comunicación Alternativa
