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» » ¿Quién se acuerda del Tequilazo?

(17/11/15 - Editorial *Por Hugo Delgado)-.Muchas veces se habla de la memoria, de la mala memoria y de vivir del pasado. Sin embargo, la única realidad es que los pueblos que no conservan su memoria vuelven a repetir viejos errores.

Hace ya bastantes meses que desde distintos ámbitos, interesadamente, aunque a nombre de la total y absoluta independencia y apartarismo, desde luego, sobre el aislamiento de Argentina y sobre la falta de crecimiento, como si esto fuera una responsabilidad necesariamente del gobierno.

Las palabras hacen ruido, siempre, y quienes hacemos periodismo sabemos que nunca son ingenuas ni inocentes. Sabemos que no existen periodistas independientes, de hecho los que se llaman así suelen ser los mercenarios que tienen patrones impresentables; y los profesionales no son apartidarios, sino que responden a empresas con intereses en determinadas políticas, generalmente antipopulares.

Ahora bien, vayamos al título de este editorial, porque pareciera ser que los economistas argentinos, esos que hablan de que el país está mal porque está aislado se olvidan de sus propias palabras cuando justificaban lo injustificable años atrás.

¿O acaso ustedes olvidaron, mis estimados lectores, cuando se justificaba el derrumbe económico del país por la hecatombe de los mercados mexicanos, rusos, tailandeses o filipinos?

¿No recuerdan acaso el Tequilaso, y tantos otros asos que ocurrían bien lejos de nuestras fronteras y hacían que el pan subiera un cincuenta por ciento, y el dólar se fuera al carajo y desde luego los sueldos perdieran como en la guerra..?


Y en aquella época, si no lo recuerdan se los recuerdo yo, no había inflación, más bien había deflación, es decir llegamos a tener inflación negativa, y los sueldos estaban congelados, sin embargo algún periodista llegó a decir que "estornudaban los mercados" y Argentina sufría los padecimientos. 

¿Tampoco se acuerdan?

Sin embargo esos mismos analistas, editorialistas, periodistas especializados y otros etcéteras insisten una y otra vez que Argentina no crece porque está aislado del mundo y que no existimos porque no pedimos préstamos.

Señores, vean como están Grecia, España, Italia, y todos y cada uno de los países que atienden puntillosamente los requerimientos del FMI, la triste realidad de los millones de españoles que han quedado en la calle y sin ningún resguardo social.

¿Qué hubiera pasado en Argentina si hubiera seguido atada a los humores de los mercados internacionales cuando Grecia estuvo a punto de quebrar? ¿O cuando España se fue a pique? 

Otro de los latiguillos de estos días es el CORRALITO, jajajajajajajajaja ¿corralito?

Pero señores, corralito fue cuando los bancos se quedaron con los ahorros de la clase media, es decir, de esos que hoy tienen garantizado un buen pasar, que recibieron finalmente esos fondos usurpados por los bancos con la venia del FMI y los políticos neoliberales que hoy dicen que van a salvar el país del populismo que nos gobierna.


Sin embargo, engañosamente, la derecha vuelve a utilizar el viejo truco de las sinonimias parciales para demonizar una política económica que resultó imprescindible para evitar las especulaciones contra el sistema financiero; entonces, así como ayer usaron la palabra terrorista para convertirla en sinónimo de guerrillero, subversivo, marxista y algunas otras cosas y poder desaparecer a treinta mil y asesinar, violar y torturar a unas cuantas decenas de miles más de argentinos hoy usan la palabra corralito para definir una política antiespeculativa de compra de dólares.

Ahora bien, yo le pregunto a usted que está ahí leyendo, a usted que labura en alguna fábrica, o en una escuela, o cualquier otro lugar, ¿cuándo compró dólares? y fundamentalmente ¿para qué quiere comprar dólares?

La compra de moneda extranjera es una acción especulativa que va en contra de los intereses del país, que solo es entendible en quienes desean fervientemente que le vaya mal al país; porque esa compra de dólares solo rinde ganancias cuando el país tiene problemas financieros.

Ahora bien, si usted no está interesado en que eso pase, bueno, es sencillo, no apoye electoralmente a los candidatos que propugnan que eso ocurra, opte por los candidatos que planteen resguardar la moneda nacional.

¿Será casualidad que los candidatos que apuestan a devaluar el peso sean asiduos concurrentes a la embajada norteamericana?

En resumidas cuentas y para no seguir yéndonos por las ramas, estamos en una bifurcación de senderos donde un candidato ya ha anunciado una devaluación que hasta los opositores al gobierno con cierto pudor consideran desastrosa, el otro no, digo, más allá de haber anunciado a Inglaterra que no le interesa la soberanía de Malvinas, más allá de haber anunciado que quitará los subsidios a los servicios públicos, más allá de haber dicho que va a abrir las exportaciones, más allá de todo eso y otras cosas más que ha dicho que hará en contra de los intereses de las grandes mayorías ¿alguien que trabaja, o un jubilado, o un pibe que estudia en una universidad pública puede votar por Macri?


A mi me queda la duda.

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