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» » El CV de Emilio Basavilbaso, el niño mimado que conducirá Anses

(15/02/16 - Gestión Cambiemos)-.Es uno de los tantos jóvenes empresarios que saltaron a la función pública durante la gestión del PRO en Capital Federal. Pasó de trabajar durante más de una década en una firma de telecomunicaciones a manejar el Instituto de la Vivienda, cargo que abandona plagado de denuncias por favorecer a un grupo de empresas inmobiliarias. Una biografía que habla por sí sola; macrismo puro.

“Acá en el sistema previsional nos conocemos todos, este tipo no sabemos de dónde salió, no tenemos una sola referencia”, responde un viejo cacique de la Anses ante la consulta por la trayectoria de Emilio Basavilbaso, el flamante titular del organismo. “No te puedo hablar ni bien ni mal de él porque nadie lo conoce”, sentencia otra fuente de peso consultada por Rosarioplus.com, en el afán de obtener una radiografía del hombre que a partir de este jueves manejará el 35% del presupuesto total del país. Asi comienza una nota divulgada esta semana por Rosario Plus.

Firmada por el colega Andrés Actis, el artículo afirma: quienes sí trazan retazos de su perfil son los máximos referentes de las organizaciones sociales que militan en Capital Federal por un plan de inmuebles que contemple a los sectores más humildes. “En cuatro años vació el Instituto de la Vivienda (ICV) y favoreció la especulación inmobiliaria”, aseguran.

Basavilbaso tiene 39 años. Se licenció en Economía Empresarial con especialización en Historia y Política por la Universidad Torcuato Di Tella. Cursó con “honores” un Master en Administración por la Universidad Nebrija de Madrid y la Diplomatura en Liderazgo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires. Luego, trabajó 10 años en una empresa líder de telecomunicaciones, desempeñándose en cinco países de Latinoamérica.

De la mano de Horacio Larreta, su mentor político, saltó a la función pública. Fue director general de Planificación Estratégica, subsecretario de Modernización de la Gestión y se desempeñó  en el área de Recursos Humanos del Ministerio de Hacienda. En 2011, Macri lo designó a cargo del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires, organismo encargado de llevar adelante la política habitacional.

Su “eficiencia” en la gestión lo catapultó como un firme candidato para ocupar un cargo de gestión ante un eventual triunfo electoral de Cambiemos. Su nombramiento pasó casi desapercibido en medio de las designaciones de los nuevos ministros. Su rol, sin embargo, será clave dentro del flamante Poder Ejecutivo: manejará la seguridad social, las prestaciones a los jubilados e iniciativas sociales como el Progresar, Procrear y la Asignación Universal por Hijo (AUH), entre otros programas.

Se estima que casi el 45% de la población total recibe algún pago de la Anses, que maneja más de un tercio del gasto anual del Presupuesto Nacional. De esta cifra se desprende que más de 17 millones de personas dependen todos los meses de beneficios o subsidios que entrega este organismo.

Según consta en el presupuesto 2015,  la Anses dispone de 449.530 millones de pesos para afrontar todos esos pagos. Es el 35,8% del gasto total, equivalente a casi el 13% del PBI.  Estos pagos mensuales casi triplican las erogaciones que se transferían en 2003 antes de la asunción del presidente Néstor Kirchner.

El 2 de diciembre, la cuenta de Facebook de la Garganta Poderosa, la revista que con extrema sensibilidad intenta reflejar el otro lado de las villas, publicó un comentario en el que figuraba el nombre de Basavilbaso.

El texto decía lo siguiente:  “Al nuevo titular de la Anses, quizá no lo conocés, pero nosotros te lo podemos presentar, porque lo conocimos cuando lo fuimos a buscar al Instituto de la Vivienda que administraba como una tienda, junto a 1334 familias sin consuelo, que sufrían sus promesas a la vera del Riachuelo. Al llegar, sin prensa amarilla y con los curas de la villa, nos dijeron que “no estaba presente”, en el mismo momento que nuestra fotógrafa ajustaba su lente para tomarle este fotón, espiando la movilización desde los cielos, tras haber dejado el libreto en manos de sus voceros... Ojalá tenga por los abuelos, el respeto que no tuvo por los villeros”.

Las denuncias contra la gestión de Basavilbaso se multiplicaron en los últimos años. Meses atrás, 200 vecinos de distintos barrios de emergencias de Capital Federal ocuparon pacíficamente la sede del Instituto de la Vivienda en reclamo de la urbanización de las villas y la instrumentación de un plan de viviendas populares.

“La revalorización de las tierras y los inmuebles, hace que nos sea imposible a las familias trabajadoras poder pensar siquiera en la vivienda propia. Mientras miles no logramos tener acceso a una vivienda digna, unas pocas empresas constructoras e inmobiliarias hacen negocios millonarios”, rezaba el comunicado firmado por la Corriente de Organizaciones de Base La Brecha-Regional CABA, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y el Frente Juvenil Hagamos lo Imposible, entre otras organizaciones sociales que participaron de la protesta.

La denuncia más grave está siendo investigada  por el Juzgado Nacional Criminal de Instrucción Nº 15 de Buenos Aires. 350 trabajadores del subte y más de 100 vecinos de La Boca y Barracas alegan haber sido estafados con casas que jamás fueron adjudicadas.

Según consta en el expediente judicial, a los damnificados les entregaban boletos de preadjudicación con firmas apócrifas de las autoridades del IVC a cambio de un depósito inicial que iba de 70 a 150 mil pesos. Nadie recibió la vivienda prometida. La estafa supera los 35 millones de pesos.

Un informe del legislador porteño José Cruz Campagnoli (Nuevo Encuentro-FPV ) señala que entre 2008 y 2013 el ICV utilizó solamente el 46 por ciento de todo el dinero disponible para la urbanización de las villas. Parte de ese dinero –tres millones de pesos– fueron a parar a una consultora privada (Syasa S.A.) que realizó una tarea de auditoría de obras que podría haber hecho el organismo estatal. Otros dos millones fueron a parar a una cooperativa a la que se le pagó sin que mediara contratación directa, licitación pública o privada.

Otra grave irregularidad que en su día le costó un dolor de cabeza a Basavilbaso ocurrió a principios del año pasado tras el viaje al exterior de dos gerentes, quienes asistieron a un congreso internacional en España titulado: “Simacities, Ciudades Latinoamericanas en Madrid”.

Hacia allá fueron el gerente técnico administrativo, Gonzalo Estivariz Barilati, y el de administración y Finanzas, Matías Hauber. Rindieron viáticos por 46.817 pesos, de los que 7.286 pesos se componían de algunos de los siguientes comprobantes:

-Entradas al partido de fútbol entre Real Madrid y Atlético Osasuna, 303 pesos cada una.

- Entrada y consumiciones en el boliche Déjate Besar (“el club más popero y colorista de Madrid”, según su página web), por un total de 1140 pesos.

- Una valija para el viaje y una mochila (compradas en San Isidro), 1220 pesos.

- Chocolates, 602 pesos.

- Souvenires, 54 pesos.

- Libros, 121 pesos.

- Cinco ginebras inglesas en el bar del Museo Chicote, 439 pesos.

- Cervezas en un supermercado, otros 115 pesos.

Las facturas tenían los sellos de “Factura rendida” y “Pagado”.  Cuando el escándalo tomó estado público, Basavilbaso ordenó “revisar las cuentas”.

(Agepeba)
Fotografía: Hugo Delgado

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