Select Menu

Municipios

Latinoamerica

Sociedad

.

.

Argentina

.

Deportes

Internacionales

Cultura y Educación

» » A 40 años de la muerte de "Roby" Santucho, la caída que preludió la derrota final del ERP

(19/07/16 - Derechos Humanos)-.El líder del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Mario Roberto Santucho (foto) moría hace 40 años -el 19 de julio de 1976- tras un enfrentamiento armado con integrantes de un grupo de tareas en un departamento de la localidad bonaerense de Villa Martelli. 

Con su muerte, la organización política y militar que Santucho conducía iba a encaminarse a una derrota armada definitiva en la lucha por la toma de poder en la Argentina comenzada a fines de los años '60.

A principio de julio de ese año, el Buró Político del PRT decidió que debía replegarse con la finalidad de preservar a sus cuadros y la estructura operativa que aún conservaba. "La idea era que la conducción saliera del país con Roby (Santucho) a la cabeza. Nos íbamos a instalar en Cuba, donde pretendíamos entrenar a 100 oficiales de la organización, que estarían dispuestos a sumarse a la lucha armada cuando la conflictividad social en Argentina se incrementara. Era lo que creíamos", repasa Mattini. 

Un sector de la conducción quería que Santucho saliera del país de forma inmediata, pero el santiagueño decidió que dejaría el país el 20 de julio, pues tenía una cita con Mario Firmenich, jefe de Montoneros, en la que abordaría la conformación de la Organización para la Liberación de la Argentina (OLA), una entente que nuclearía a las organizaciones armadas que enfrentaban a la dictadura militar. 

"Roby había prometido que iba a reunirse con Firmenich y creía que era una cita impostergable. El encuentro se realizaría el 19 y un día después saldría del país con destino a Cuba. La idea era dejar el país por Paraguay. Mientras tanto decidió irse a vivir al departamento del (Domingo) 'Gringo' Menna, en Villa Martelli", apunta Mattini al referirse a otro de los integrantes de la conducción del ERP.

El 19 de julio era una jornada fría y gris, en ese Buenos Aires signado por una represión ilegal que se hacía visible en las calles y en la vida cotidiana, y al mediodía, un grupo de cuatro hombres al mando del capitán del Ejército Juan Carlos Leonetti llegó en un auto sin patentes a Venezuela 3149, la dirección de ese edificio de 13 pisos donde se hallaban Santucho y Benito Urteaga, número dos en la dirección del ERP.

Es probable que Leonetti, quien tenía desde hacía un año asignada la misión de capturar a Santucho, llegara a esa vivienda ubicada cerca del cruce entre la avenida 

General Paz y la Panamericana sin saber que se iba a encontrar con el hombre más buscado de Argentina, en caso contrario, "hubiera llevado más tropas", especula Mattini.

Todos vestidos de civil, el grupo de tareas abordó al portero en la entrada del edificio y lo obligó a que los guiara hasta el departamento B del cuatro piso, donde irrumpen y se produce un tiroteo con los ocupantes de la vivienda.

En medio de la balacera, caen Santucho, Urteaga y Leonetti; además, son capturadas Liliana Delfino -la segunda esposa del comandante del ERP- y Ana María Lanzilotto- la compañera de Menna, embarazada de ocho meses-, quienes están desaparecidas desde entonces.

El Gobierno de Jorge Rafael Videla informó que Santucho, quien entonces tenía 40 años, murió en Villa Martelli, pero investigaciones posteriores determinaron que el jefe guerrillero llegó muy mal herido a Campo de Mayo y el destino de sus restos aún se desconoce, producto de un pacto de silencio entre represores que la Justicia no logra deshacer.

"Ese día yo estaba en Martínez y quise ir a despedirme de Roby antes de que se fuera de país, así que antes llamé por teléfono al departamento y pasé una contraseña: 'Hola, habla Flores', le dije a quién me atendió. 'Ahhh, Flores, ¿cómo anda? Venga, lo estamos esperando', me contestaron y supe que había sucedido lo peor", repasa Mattini.

Aquel día, Mattini cuenta que ese día fue designado al frente de una nueva conducción junto con Eduardo Merbilhaá, Jorge Oropel, Daniel Martín y Enrique Gorriarán Merlo. 

"Salimos hacia el exterior en busca de contactos con los cubanos. Queríamos seguir con el repliegue y que nos dieran entrenamiento militar para formar una nueva oficialidad. Después de varios meses, nos juntamos con ellos en Praga, Checoslovaquia. Nos dijeron que lo mejor era preservar a los militantes y sacarlos al exilio. 

Gorriarán volvió al país y se encargó de la tarea de convencer a los compañeros. Las caídas se habían multiplicado en esos meses así que emprendimos ese camino", aporta Mattini.

En 1979, lo que quedaba del PRT-ERP se fragmentó, Mattini y un grupo permanecieron en Europa, en tanto que Gorriarán lideró una avanzada que se trasladò a Nicaragua para tomar parte de la naciente Revolución Sandinista.

Un año después, Gorriarán dirigiría la operación que se cobró la vida del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, en Asunción del Paraguay, y años más tarde regresaría clandestinamente a la Argentina para fundar el Movimiento Todos por la Patria, la agrupación que llevaría a cabo en 1989 el frustrado y descabellado intento de tomar el regimiento de Caballería Mecanizada de La Tablada, durante los últimos meses del gobierno democrático de Raúl Alfonsín. 

"Con la muerte de Roby perdimos algo más que un líder. Fue el principio del fin de un proyecto, que aun con errores políticos y desaciertos intentó cambiar la realidad. Pertenezco a una generación de militantes que se jugó por sus convicciones", enfatizó Mattini para terminar.

«
Siguiente
Entrada más reciente
»
Previo
Entrada antigua