La Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (OCHA) en Palestina, indicó en una nota que las demoliciones han dejado sin hogar a 35 personas, un tercio de ellas menores de edad, y un centenar han resultado afectadas por esta medida en la denominada Área C de Cisjordania (bajo control administrativo y de seguridad israelí) y en Jerusalén Este, territorios ocupados por Israel desde la Guerra de los seis días, de 1967.
En lo que va del año las autoridades israelíes han destruido o confiscado 878 estructuras palestinas, lo que supone un aumento del 60% respecto a todo el 2015, según cifras de la OCHA reproducidas por la agencia de noticias EFE.
La nota indica que es "el mayor número de estructuras derruidas en todo un año desde 2008", año en que el organismo humanitario comenzó a documentar este fenómeno "de manera sistemática".
La agencia recuerda que "a causa de procesos de planificación discriminatorios e ilegales, es casi imposible para los palestinos conseguir permisos de construcción en gran parte del Área C y de Jerusalén Este", donde se concentran estos derribos porque carecen de autorización israelí.
"La destrucción sistemática de la propiedad en este contexto, junto con otros factores, contribuye a generar un ambiente de coerción que presiona a los residentes para que se vayan", concluye el comunicado.
